Bueno, salgo de mi ostracismo por un momento para decir:
1.- Estoy contento porque en los próximos 4 años vamos a tener a alguien capaz en La Moneda, el cual al margen de si uno concuerda o no con sus posturas políticas, nadie puede negar que tiene clarito lo que quiere hacer y cómo, y eso es un gran alivio. Como dije cuando empezó esta campaña, Chile no está para cuatro años más de improvisaciones (aunque la intención fuese buena).
2.- Estaba pesimista y pensaba que ganaba Guillier, sobre todo después que el anti-Piñerismo empezó a agarrar vuelo en las últimas dos semanas. Después cuando apareció el voto en el exterior con un 70% a favor de Guillier... me quería cortar la pija!!!!!!
3.- Espero que Piñera cumpla con buscar avanzar en las áreas en las cuales hay coincidencia y de verdad base su gobierno en conversar con la vereda del frente. Espero que la oposición recoja el guante y esté a la altura. Para bailar tango se necesitan dos, pero está claro que la responsabilidad mayor para que eso ocurra va a ser del gobierno de Piñera.
4.- Cuando vi en el último debate a Guillier decir que iba a condonar el CAE para siempre, siendo que en las semanas previas sus asesores económicos habían señalado una y otra vez que era imposible por falta de lucas, me terminé de convencer que Guillier más allá de ser un "buen chato", no tiene idea de dónde está parado a nivel económico y políticamente todavía es un novato al cual el puesto de presidente le hubiese quedado como poncho. Que al día siguiente, al ser consultado por los periodistas respecto a cómo iba a financiar el fin del CAE, dijera como respuesta, riéndose: "vamos a tener que juntar la platita!!!!" es por decir lo menos... insólito
5.- Relacionado con el punto anterior, ¿hasta cuándo va a seguir esta moda de que cualquiera puede ser presidente? ¿aún hay gente en Chile que cree que Guillier, la Bea Sánchez y Ossandón de verdad tienen las competencias para el puesto? por la chucha, es el máximo cargo de la república, hay que nivelar hacia arriba, no hacia abajo.
6.- Creo que quedó demostrado que nunca hubo manipulación de encuestas y en realidad lo que sucede es que el panorama político cambió - sobre todo con esa masa de votantes "infieles" que no se casan con nadie- y que eso -salvo los de Criteria Research- nadie supo descifrar. Y esa nueva realidad no la vio venir nadie, ni las encuestas, ni los analistas y mucho menos los mismos políticos. En el comando de Piñera había una incredulidad absoluta respecto a esos 9 puntos de distancia con Guillier, hoy mismo todavía no se la creen. Eso es preocupante porque indica que la clase política no cacha bien qué quiere la gente, y si esto sigue así, buena parte de las políticas públicas van a gestarse casi por "cachativa" y no como respuesta a lo que las personas esperan de los dirigentes.
7.- Me alegro que después de una segunda vuelta medio tóxica, sobre todo en redes sociales, al final cuando termina el "partido", hay decencia para reconocer la derrota y felicitarse mutuamente y mostrar que lo más importante es Chile y que para echarle para adelante, no sobra nadie.
Acá
un link a Clarín de Argentina, donde comentan esos gestos republicanos que acá son normales, pero allá parecen casi sacados de un mundo ideal. Es raro ver tanto argentino comentando que sienten una sana envidia por Chile. No es un tema de chauvinismo, sino de que a veces damos por sentado algo que en otros lados no es ni remotamente parecido. Hay que cuidar lo bueno que hemos construido, creo yo.