Siendo justos, tampoco hay una legislación laboral orientada a ello y el internet doméstico tampoco es lo suficientemente rápido en algunos casos. No es sólo un tema cultural, hay un aspecto legal y de infraestructura que hay que mejorar para que el trabajar remoto sea una realidad.
Pero cuando (no "si", si no que cuando) esos puntos estén mejor abordados, también habrá efectos culturales y de calidad de vida bastante grandes.
Por ejemplo, será posible vivir en cualquier ciudad de Chile que tenga la infraestructura tecnológica necesaria para poder trabajar remoto (penetración y velocidad de internet mínimas) y trabajar en una organización localizada físicamente en otra (por ejemplo, Santiago). Eso lo sé porque mi jefa trabaja remoto, y vive en otro estado. Las reuniones se pueden hacer con Lync (el Skype para empresas) así que no debería ser algo tan terrible o imposible.
Creo que no es difícil imaginar que eso de poder vivir en una ciudad y trabajar en otra a gran escala tendrá todo tipo de consecuencias económicas, sociales y políticas - va a aliviar el mercado inmobiliario de algunas ciudades (Santiago principalmente), va a incentivar la descentralización política y económica (más gente en otras regiones implica un incentivo para administrarlas mejor por parte de la clase política, y también genera actividad económica que va de la mano del cambio demográfico)
También estoy seguro que más de alguna persona estará más que dispuesta a ganar un poco menos mensualmente si eso implica poder trabajar remoto. Probablemente incluso el ahorro netamente en transporte lo justificaría, pero aparte de eso uno se ahorra tiempo y demases. También el sistema de salud tendrá un ahorro ya que habrá menos necesidad de pedir licencia (si yo amanezco con gripe simplemente aviso que tengo que trabajar desde mi casa y listo, no hay que involucrar a un seguro de salud, sea público o privado, en pedir, tramitar y pagar licencias médicas, y aunque ese día pueda ser menos productivo tampoco se pierde por completo ni te lo dejan de pagar). Y además debería ayudar mucho a integrar a personas con alguna forma de movilidad reducida (como mínimo, gente con otras formas de discapacidad también debería verse favorecida).
Las relaciones laborales y tal vez sociales pasarán a ser mucho más distantes y (más aún cuando se es joven) se saldrá, convivirá y conocerá menos a los colegas ya sea para bien o para mal. El ambiente laboral va a pesar menos en la vida de uno, aunque eso no implica que sea algo malo creo que sí hay una pérdida al menos para conocer más gente. De hecho, yo puedo trabajar desde la casa pero en parte no lo hago porque no tendría para qué salir de ella todos los días si no tengo que ir a la pega
También tendrá algunas consecuencias que pueden ser complejas desde el punto de vista sindical y de la negociación colectiva en general - cómo un sindicato puede organizar una huelga si no puede impedir que la gente trabaje desde su casa? Creo que eso debe ser una de las piedras de tope reales del por qué no se ha normado en nada el trabajo remoto (muchos odiarán a Piñera pero él lo intentó al menos, y le dijeron que no desde la oposición, lo que es absurdo si la idea es mejorar la calidad de vida - pero no lo es en lo absoluto si la idea es proteger a los sindicatos. Al menos a mí me cuesta ver cómo no les hace daño, incluso como que los deja un tanto obsoletos).
Aún así, creo que en el neto es mejor tener esa posibilidad de trabajar remoto que no tenerla. Mientras sea visto como un beneficio laboral, claro está - quién sabe, tal vez muy a largo plazo varias empresas lo conviertan en una obligación, puedo imaginarlo especialmente en pymes. Si a uno lo obligaran a trabajar desde su casa, no sé realmente si en el neto la sociedad estaría mejor. Tal vez sí, tal vez no. No sé. Pero poder como mínimo hacerlo de vez en cuando (o algunos días de la semana, esa es otra opción), si uno se cambia voluntariamente a vivir a otro lado o si hay alguna forma de discapacidad creo que es necesario y ayudaría harto a mejorar la calidad de vida de todos, incluso de los que no tienen acceso al trabajo remoto (por último porque hay menos gente en el metro y las micros).