A Piñera, se le pueden criticar y condenar muchas cosas. Y entre ellas, que llego a la presidencia por ambición personal, sueño último de un tipo que ya escaló todo en lo que respecta a fortuna personal. El "pueblo" en todo esto, bien gracias, es secundario, el ve en todo esto solo su interés personal.
Pero, querer (como insiste la oposición), hacerle cargar el muerto de una situación que se arrastra por años en este país, y que quienes gobernaron hasta hace poco, no hicieron gran cosa, pienso que es de una desfachatez y frescura sin límites. Cuando Piñera fue elegido la primera vez, en ese momento, la izquierda debiera haberse hecho un profundo "mea culpa", no lo hicieron, todo lo contrario, adoptaron una posición de víctimas inocentes incomprendidas de un "pueblo" ingrato (ellos jamás tienen la culpa). Volvieron al poder, y nuevamente se conformaron sin hacer absolutamente nada para frenar una situación que se veía venir. Piñera, el ladrón de bancos, el sinvergüenza, el inútil, el descarado que piensa solo a sus negocios (tal como lo presenta la oposición, a justo o injusto título), les vuelve a dar un palmetazo. Y nuevamente presidente, elegido además, por clara mayoría. ¿Sacó la oposición alguna lección de todo esto?, para nada. Todo lo contrario, adoptaron una posición de combate directo, socavar cualquier iniciativa y tratar por todos los medios de aplastar este gobierno, y si es posible, sacarlo pura y simplemente -el pueblo en todo estos, no cuenta, los intereses partidistas son prioritarios-. La oposición, no a aprendido nada, no quieren hacerlo, no les interesa, y la movilización nacional les dió la oportunidad que esperaban: están más preocupados de las acusaciones constitucionales contra personeros del gobierno y de Piñera mismo, que de concentrarse en dar curso a las demandas existentes de las protestas. En vez de coger la ocasión y por una vez, todos tratar de encontrar una solución. Pero no, cada uno se quiere ganar el "Candy" a título personal (la mira ya está en las futuras eventuales elecciones avanzadas, uno nunca sabe).
En Argelia, el pueblo está protestando desde hace un año ya, cada Viernes, y lo hacen de forma masiva y pacífica. La razón, no quieren más de un gobierno totalitario y completamente corrupto que se instauró desde la independencia. Lograron hacer renunciar al último presidente, y se llamó a nuevas elecciones en las cuales los candidatos, son los mismos corruptos que han formado parte de los gobiernos sucesivos todos estos años. El pueblo, no los quiere, y exige nuevos candidatos que nada tengan que ver con las administraciones anteriores, por lo que en su gran mayoría, boicotearon estas elecciones. En Chile, deberíamos aprender un poco de la situación argelina, porque la podredumbre que tenemos en casa, ya empieza a oler muy mal.