la ironia es que los auto definidos como antifacistas que conozco, son extremandamente facistas en su comportamiento.
Y suelen citar, y muy mal, a la paradoja de Popper.
Ahora, sobre la ONU, ésta en sí misma pesa menos que un paquete de cabritas. Sí dice algo sobre las élites políticas a nivel mundial que estén con ese tipo de declaraciones, pero incluso esas están reflejando una corriente de pensamiento real en sectores de las sociedades de varios países y especialmente los occidentales. Específicamente, los que tienen más escolaridad y, mucho más importante, aquellos que quieren pasar como
bien-pensants, también conocidos como buenistas (o aliades/porsilaponguistas en algunos contextos), a partir de la presión social que generan las redes sociales para dedicarse a la grandilocuencia moral. No es raro entonces que se vea cosas estúpidas en las cuentas de la ONU como lo es echarle la culpa de la pandemia al patriarcado, es simplemente un paso más en ese círculo vicioso que viene de la mano de la grandilocuencia moral bajo el cual cada quien busca mostrar lo ético y socialmente aceptable que es, diciendo cosas que apelan a justamente ese tipo de valoraciones, pensamientos o afirmaciones que son bien vistas por la sociedad. Y que, para no quedarse atrás y mostrar que son más éticos y morales que el resto - y la ONU tiene aún más presión para mostrarlo por ser un organismo internacional - van diciendo cosas que son cada vez más extremas y ridículas al someterlas a un escrutinio mínimo.
Pero eso no es una mega conspiración, es más bien un síntoma del surgimiento de corrientes irracionalistas como el postmodernismo combinado con el identitarismo (hoy, al estilo gringo), y esparcidas ambas a través de Internet (lo que hace que haya un contagio al menos en todo Occidente, y en menor medida fuera de Occidente también). Aunque el postmodernismo, con su irracionalismo, partió durante la Guerra Fría (y antes que la URSS empezara su estancamiento económico), éste combinado con el identitarismo agarraron vuelo desde los 1980s como una reacción de la izquierda más dura al ver el fracaso de la teoría marxista y se terminaron extendiendo a la izquierda más moderada y, en menor medida, al centro; y ahora ese juego también lo ha ido jugando la derecha y especialmente la derecha más dura con el tema de la inmigración como uno de sus ejes, aunque el eje principal es más bien una reacción contra el uso que le ha dado la izquierda a esto. Y de hecho Trump fue electo por eso en 2016, y si sale de nuevo será por lo mismo (más aún ahora que mostraron que, aparte de desagradables, son peligrosos).
Pero teniendo una visión un poco más larga, este identitarismo combinado con irracionalismo es básicamente una nueva iteración del romanticismo europeo del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX (aunque en ese entonces fue impulsado más por la derecha que por la izquierda), pero traído al siglo XXI y con las categorías identitarias actuales. En ese entonces pasó algo similar - incluso su expansión fue también gracias a la invención de nuevos medios de comunicación y la masificación de los ya existentes producto de la industrialización de la impresión de medios escritos, parte de la Revolución Industrial (que todavía no termina). Y aunque buena parte del Occidente actual viene de ese proceso, la caída en este círculo vicioso de identitarismo + irracionalismo en el cual ambos se alimentan mutuamente al final llevó al desastre.
Por supuesto que Chile no está exento de eso e indudablemente es una de las causas de los eventos del año pasado. De hecho es una causa con una importancia fundamental que no es exclusiva a lo que ocurre en Chile, y que por ende responde a fenómenos que trascienden los problemas locales. Por lo mismo tampoco se puede ser optimista respecto de que la racionalidad vuelva a ser valorada en la vida pública para buscar soluciones para lo que se viene en ese ámbito, ya que el irracionalismo y el identitarismo están a la orden del día en Occidente en general. Ya sea en el tema constitucional, los temas económicos, los temas identitarios varios (especialmente el conflicto en la Araucanía) y, por supuesto, el tema migratorio en el que incluso en este thread se ha visto a gente argumentando únicamente en base a la emoción. Lo que no quiere decir que los temas de relaciones entre chilenos e inmigrantes deban reducirse únicamente a una esfera económica pues los desajustes culturales siempre han sido un tema importante (y más aún ahora con este identitarismo) y sería absurdo negarlo, pero eso no es una excusa para simplemente ignorar la historia de la migración o desestimar los datos únicamente porque no cuadran con la propia creencia. Por último si quieren hacerlo mejor ver los estudios, ver la metodología que usan y/o pedir replicarlo (esto último es esencial y rara vez se hace).