Frente al grupo de narcisistas progre que componen el Gobierno y que no les importa el pueblo, solo imponer su agenda, haciendo como que enmiendan el rumbo pero posteriormente pegándose una voltereta (ejemplos de sobra), no puede entrarse en un diálogo con ellos porque simplemente mentirán y continuarán con su plan original. Ante esto, no considero a los cobardes de Chilevamos como válidos para ser una verdadera oposición, cosa de ver cómo se bajaron los pantalones con la ley Naín-Retamal.
Lástima, si tan solo el gobierno merluciano hubiese sido dialogante y se pudiera llegar a acuerdos con ellos (y los muy tozudos y caraduras pidiendo a los demás que sean dialogantes), la situación habría sido distinta. Pero la realidad es que ellos solo entenderán de la peor manera, con gente poco dialogante pero del otro extremo....