Copio del FB
Para los que se vienen desayunando con el nuevo sistema de elección de diputados y senadores, el objetivo es representar en la cámara los porcentajes de votación de la gente de esa circunscripción. Se conoce como el método de D'Hondt (por el belga Victor D'Hondt) y en USA como el método de Jefferson (por Thomas Jefferson).
"¡¡Pero un candidato con 1% salió elegido y no otro con 10%!!"
La razón es que ese candidato con 1% viene apoyando a otro de mucho mayor votación que el de 10% y que estaría subrepresentado si no asignamos al de 1% también.
Uso el ejemplo del distrito 10 que elije 8 diputados: Jackson sacó un 23.7% de la votación. Para representar a toda la gente que votó por él (que es casi 1/4 de los votantes) tendríamos que darle dos sillas en el congreso, cosa que no va a pasar aunque coma el triple. Si no lo hacemos, esa gente queda subrepresentada en el congreso y su voto vale menos que el del resto. Más aún, a ningún partido le gustaría tener candidatos muy buenos (no que los que tengamos sean qué bruto que buenos), pues acapararía muchos votos y sólo vale por 1 cupo de diputado igual. ¿qué hacemos entonces? Hay que darle a esa lista otro cupo de diputado para representar de mejor forma al electorado.
¿Cómo quedó ese distrito? Un 38.5% votó por Chile Vamos (que sería equivalente a 3.080 cupos y sacaron 4); un 34.9% votó por Frente Amplio (que serían 2.792 cupos y sacaron 3); y 14.6% La Fuerza de la Mayoría (que serían 1.168 cupos y sacaron 1). Bastante proporcional a los votos realizados, considerando que no podemos partir a los diputados en fracciones, aunque ganas no falten.
"¡Pero Mayol sacó 5.8% y no quedó, mientras Castillo sacó 1% y quedó!"
Si hubiese quedado Mayol y no Castillo: Mayol, que corría solo y su "lista" obtuvo 5.8% (equivalente a 0.46 cupos) tendría el doble que lo que le corresponde (sus votantes estarían el doble de representados), y al sacar a Castillo el FA tendría sólo 2 diputados de los casi 2.8 que le corresponden por votación, es decir cada votante vale 2/3 no más.
La parte difícil de tragar es que se está votando por listas, y en particular por quién cada uno cree que representa mejor a la lista... mientras que a muchos les gusta votar por personas. El armar listas ayuda a reducir (pero no elimina) la posibilidad de que existan caudillos, pero el nuevo sistema le da mucha más opción a los independientes que lo que teníamos en el binominal.
Lamento la muralla de texto, pero creo que la aclaración era necesaria dado la cantidad de gente quejándose al respecto... y porsiaca, venimos eligiendo CORES de esta forma desde el 2014, pero se nota lo relevantes que son dado que a nadie le importó.
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