Como nortino, es el mix entre el ataque al estado de derecho/orden público durante el estallido (porque salen flaites locales de ocasión, haciendo weas que antes no se atrevían en partes donde no llegaban), más la migración. Lo primero creó una expectativa de inmunidad brígida, y lo segundo trae criminales más salvajes. Agregale a eso que las ciudades están menos segregadas que Santiago, y tienen muchos menos espacios públicos. Un nuñoino de Grecia para arriba no lidia con las consecuencias que tienen a Santiago Centro hecho bolsa, pero acá dentro de las mismas calles tienes condominios, villas y poblaciones, así que la degradación se percibe desde el principio. Un par de semanas atrás me toco salir correteando a un parcito que intentaba meterse a los autos y casas fuera de donde vive mi hija, frente a un colegio. Los pescamos in fraganti y no se iban, se fondeaban en la oscuridad (el cerro está al lado). Tuve que perseguirlos. Antes ni siquiera llegaban. Ahora hay que sacarlos a palos.
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