Sito la columna de Matamala: Lo dejó en claro en 2005 el entonces senador UDI Andrés Chadwick, quien negoció el acuerdo de ese año con el presidente Lagos. “Por muy importantes que hayan sido las reformas, que hemos compartido y consensuado, sigue siendo la Constitución de 1980. Se mantienen las instituciones fundamentales, tal como salió de su matriz. Para que haya una nueva Constitución se requiere de un proceso constituyente originario, no de un proceso de reformas”.
La nueva constitución no es tan terrible, ni menos terrible que la antigua: tiene luces y sombras, pero párenla con el miedo. Les guste o no ya ganó el apruebo.
Y claro que somos un país poco lógico, sacamos a Piñera dos veces. Al traidor de Patricio Aylwin y a Eduardo Frei.
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