Haciendo una analogía aeronáutica, cuando el país va en picado en todos los ámbitos posibles,
es necesario que quien tome el mando no sea pusilánime en ejecutar medidas enérgicas que permitan detener la caída, aunque las sacudidas de esas maniobras dejen consecuencias en algunos pocos para salvar a todo el país.
Y si preguntas a quienes me refiero con esos pocos, te enumero los que se me vienen a la mente:
- Políticos, fiscales y jueces corruptos
- Delincuentes, narcos, contrabandistas y bandas de crimen organizado
- Fundaciones, corporaciones e instituciones que desvían dineros para otros propósitos.
- Inmigrantes ilegales
- Funcionarios públicos cuya pega no sea estrictamente necesaria
- Grupos que se sientan superiores frente al chileno común y pretendan arrogarse derechos especiales. La igualdad ante la Ley debe respetarse a rajatabla, o en otras palabras, la Ley aplica para todos por parejo siempre.
Como verás, en ningún momento pienso que hay que saltarse la Ley, denostar a las personas de izquierda o buscar alguna especie de venganza política. Todo lo contrario, hay que reconstruir un país que nos acoja a todos los que cumplimos con las leyes.
Aunque suene muy estilo Trump, este país fue positivamente destacado en Latinoamérica y debe volver a destacarse otra vez.
