El problema con lo que dice Edwards es que la gente (especialmente la gente joven) no compara con el Chile de 1989, se compara con el Chile... Pero del 2000. O incluso 2015. Y por supuesto que con nuestros socios OCDE, lo que es entendible pues para eso se es miembro.
El estancamiento en ese segundo caso se vuelve notorio. Yo me fui en 2017, y fui de visita el 2019 y me sorprendió ver que todo estaba casi igual. Lo único nuevo en Santiago eran las líneas del metro que estaban en proceso (una casi lista) por septiembre de 2017. Fuera de Santiago, estuve en La Serena y estaba esencialmente igual.
Los temas de colusión hicieron daño, pero el estancamiento fue al menos igual de relevante. Y no hablemos del mercado laboral y el aumento fuerte de la informalidad (trabajo a cuenta propia) o un mercado inmobiliario que ha sido particularmente hostil hacia los jóvenes, incluso los profesionales de clase alta tienen problemas por ese lado y eso a pesar de los pitutos o de que por 2005 tener un título te permitía normalmente poder ser independiente a los 25-30 (excepto tal vez carreras como arte o teatro, pero no para las ingenierías por ejemplo). No tengo antecedentes históricos de que un joven chileno se independizara en promedio, a los 31-32 como hoy pero tal vez me equivoco.
Yo creo que esa es la realidad que Edwards, al igual que las élites intelectuales y políticas, ignora. Y hasta cierto punto es entendible, es boomer y no tiene esos problemas. Su marco de referencia es el Chile de 1985, el de 1975 o incluso el de 1965. Otros de mayor edad incluso recuerdan el Chile de 1955 y la pobreza extrema de esa época, en que la desnutrición infantil era algo bastante cotidiano, en que buena parte no tenía acceso a agua potable, electricidad o alcantarillado (de hecho esto fue así hasta los 1990s. Incluso en Santiago, en 1990, 1/6 de la población no tenía acceso al alcantarillado). El haber mejorado esas carencias desde 1990 es un logro gigante de esa generación. Pero eso no quita que los problemas particulares de nuestra generación son en general ignorados.
Por lo mismo, tampoco hay soluciones a esos problemas. El esquema marxista no lo hizo, eso ya lo sabemos, pero estos asuntos específicos de los profesionales jóvenes no se discuten mucho, como mucho RD apoya fijar arriendos (algo que fuera de Chile ha fracasado siempre), mientras que la ex Concertación y la derecha (la tradicional y la nueva derecha) ni siquiera lo mencionan. A los políticos más tradicionales, y viejos, no les entra en el radar este asunto. Y ojo, que se entiende: Dentro de todo, los profesionales siguen siendo uno de los segmentos a los que mejor les va en general, incluso a los que vienen de abajo. A los de la izquierda más joven por su parte o sigue pegada en el marxismo (aunque en verdad son los menos, pues los que mandan son los posmos identitarios) o tiene un análisis sobre estos temas que era convencional pero en 1965, y en ambos casos parten de un marco de la realidad que hoy que es anacrónico (hablan de la "clase obrera" cuando 2/3 del empleo es en comercio y servicios, y cuando ninguno de ellos es, ha sido ni va a ser un trabajador industrial, de hecho varios son los hijos de las élites y por ende parte de ellas).
Aunque no me queda claro 100% cómo solucionar esto problemas, creo que en el caso inmobiliario más que subsidios - que en verdad deben ser focalizados, porque insisto, sigue siendo mayor prioridad atender las necesidades de la gente de menores ingresos -, lo que se necesita es una reforma regulatoria del sector y tener una discusión seria que incluya palabras que o son nuevas o ni siquiera son parte del vocabulario chileno como "gentrificación", "densificación", "teletrabajo", "suburbio", "NIMBY". Pero incluso ese no es el meollo del asunto, pues es solamente un ejemplo de un problema más amplio: El estancamiento relativo de la productividad de los servicios en Chile en niveles bajos (1/3 de la OCDE si se toma el valor agregado por trabajador), que es grave porque como dije antes 2/3 de la fuerza laboral trabaja en comercio y servicios, y 2/3 del PIB es generado por esos sectores (un poco sobre 50% si solamente se considera a los servicios y no al comercio mayorista y al comercio minorista como el retail, supermercados, negocios de barrio, etc). Esto incluye también al Estado (a la administración pública), y por supuesto incluye todos los servicios que se consumen y por los que la gente siempre reclama (digamos, por ejemplo, internet o el mismo Estado). Yo no veo a gente como Edwards dando propuestas con soluciones al respecto (y siendo economista de profesión, tampoco tengo claro cómo mejorar eso. Pero soy plenamente consciente de que si no se aborda el problema, entonces Chile no va a poder volver a crecer fuerte de forma sostenida en el tiempo).
Creo que el peso del pituto (incluyendo el clientelismo político, de hecho el pituto es eso, redes clientelares) es parte clave del problema (y evidentemente es una fuente constante de injusticias), pero no tengo claridad sobre cómo eliminarlo. La mayor apertura y consiguiente competencia sirve para los sectores productores de bienes, pero los servicios normalmente no son transables internacionalmente por lo que la apertura no afecta mucho a la competencia. Y en varios casos pareciera haber economías de escala que hacen eficiente que haya oligopolios (son oligopolios naturales), mientras que en otros son MIPYMES que tienen problemas constantes para acceder a endeudamiento y son en cualquier caso un tanto inestables.
No menciono tanto la desigualdad porque, aunque es mediadora, no creo que sea el meollo del asunto. Como dice Edwards, ha ido bajando (muy lentamente) o ha estado estable, de hecho en los promedios del siglo XX, por lo que no creo que la cosa vaya por ahí directamente... Aunque cabe decir que el pituto y la baja disposición a aceptar carga tributaria redistributiva (por parte de los altos ingresos, pero en realidad aplica a la gente en general dada la mentalidad de que "que otro pague" que es imperante en Chile) evidentemente tiene mucho que ver en este tema. Es posible que la respuesta a lo de arriba no entre en un conflicto tan extremo con reducir la desigualdad en ese sentido.