En varias partes del mundo, el arroz se prepara blanco, solo hervido. Su función se reduce a acompañar a otra preparación más potente cumpliendo una función de generar saciedad y untar la preparación principal, casi como una suerte de pan.
En la India puedes ver en una mesa un gran bowl con arroz hervido y otras con varios currys. En México, un plato de arroz va acompañado de muchas otras preparaciones: un poco de mole, palta, pollo, frijoles, chile y todo con limón. En países vecinos pasa algo similar: en Ecuador, Colombia, Cuba y un largo etcétera, se consume mucho arroz pero en medio de muchas otras preparaciones. En ese sentido, el arroz no es protagonista, es solo un complemento.
Quizás es por un tema de idiosincrasia, por economía o cultura, pero en Chile la cosa es un poco distinta: nosotros comemos "arroz con"; arroz con huevo, arroz con tomate, arroz con pollo, arroz con bistec. Es arroz con algo y sería. En este sentido, el arroz es tan protagonista como el acompañamiento y por eso, debe ser preparado con más gracia.
Antes de cocinar arroz, les recomiendo lavarlo, siempre. Durante su producción, los granos de arroz se almacenan sin limpiarse y con pequeños índices de químicos. Además, si abren una bolsa de arroz, verán que contiene polvo distinto al grano. Además, el arroz lavado permite que una vez servido, absorba de mejor forma los jugos de las otras preparaciones, lo que le aporta mucho sabor al plato en general.
Yo al menos lo preparo así, queda muy bueno:
- Rallar una zanahoria completa con el lado más fino del rallador, el que permite triturar.
- Pique 2 dientes de ajo pequeños o 1 grande.
- Pique un trozo de pimentón de su preferencia (o más de uno).
- En una olla, poner un poco de aceite y freír el ajo y el pimentón por 2 minutos.
- Añadir el arroz lavado y revolver por 5 minutos.
- Añadir la zanahoria y freír por 1 minuto más.
- Agregar el agua recién hervida (un poco menos del doble de tazas que el arroz)
- Si alguna cocción de pollo permitió guardar el caldo, úselo! si no, se puede diluir una tableta de caldo de pollo deshidratado (por no decirle caldo Maggi) y agréguelo. Obviamente, esta taza de caldo es parte de la proporción de agua que se debe usar mencionada en el punto anterior.
- Agregar sal a gusto. Para que el arroz quede rico, el agua debe saber un poquito más salada de lo normal.
- Si tiene unas ramitas de apio, póngalas en la olla también.
- Esperar a que el agua vuelva a hervir.
- Poner la olla sobre un tostador, en el plato pequeño de la cocina y a fuego bajo por 15 a 20 minutos con la olla tapada.
- Si pasado el tiempo el arroz sigue húmedo, destapar y dejar cocer por 5 minutos más.
Listo!