Quizá habría que preguntarse qué tan importante es para el ciudadano elegir a sus representantes de acuerdo a sus características físicas, o a sus preferencias sexuales, o a su genética. ¿Será porque da más relevancia a que un legislador tenga otro tipo de características como tener conocimientos de economía, leyes, administración, o ser consecuente y defender ciertas ideas que te representen, etc.?
Personalmente creo que es preferible un legislador que tenga las mínimas herramientas intelectuales y experiencia para no ser fácilmente manipulado por los lobistas, para entender lo que le dicen los asesores y para poder negociar con sus pares, y que no sea alguien que cambie fácilmente de opinión según su conveniencia electoral o las encuestas del momento.
No me interesa qué hace en su cama, o si puede o no cruzar una piscina olímpica nadando, o si es descendiente de Neardentales.
NOTA: Perdón si me salí del tema.