Ante los cuestionamientos por los activos de sus hijos, al sumir en su segundo gobierno, Piñera recalcó que iría más allá de lo que la ley lo obliga y que sus hijos también crearían fidecomisos ciegos. Sin embargo, estos solo contienen las inversiones en la bolsa chilena y dejan fuera otros activos, como las inversiones en el exterior.
En los nuevos documentos dados a conocer ahora por ICIJ, los cuatro hijos de Piñera reconocen que la fuente de sus activos en las Islas Vírgenes Británicas son los negocios de su padre.
Se trata de dos documentos idénticos, en que los cuatro hermanos Piñera Morel debieron declarar ante la empresa que gestiona las sociedades
, Overseas Management Company (OMC), el origen de los fondos de
Bancard International Investment y de
Bancard International Development. El objetivo de la declaración jurada era descartar que el dinero proviniera de fuentes ilícitas. Magdalena, Cecilia, Sebastián y Cristóbal Piñera Morel reconocieron dos fuentes de ingresos: una donación de su padre y los intereses de capital de Bancard –al que denominan “holding familiar”– por la venta de Transbank y Fincard, además de la venta de las acciones de Lan Airlines, Chilevisión, Entel y Antarchile.
Las dos primeras empresas están relacionadas con el origen de la fortuna de Sebastián Piñera en los años ochenta, cuando desarrolló el negocio de las tarjetas de crédito en Chile. En cuanto a Lan y Chilevisión, su venta se produjo en 2010, luego de asumir su primer periodo en La Moneda, presionado por los conflictos de interés que le generaban sus negocios en la Presidencia. Además, la declaración jurada contradice un comunicado de prensa emitido por la oficina de Sebastián Piñera luego de que en 2017 CIPER revelara la existencia de
Bancard International Development Inc., según el cual esa sociedad no habría tenido activos en 2010.
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