Como ustedes habrán escuchado, don Adolf Hitler no era estúpido ni ignorante. Al revés, tenía inteligencia, conocimiento y astucia de sobra como para aspirar a gobernar el mundo. Por ahí le sobraba el ego y le faltaban escrúpulos pero, como he dicho, en inteligencia y conocimiento no se quedaba.
Pese a esto, en 1930 publicó un artículo en un prestigioso diario alemán cuyo argumento central era
hitler dijo:
la pobreza del pueblo alemán en la República de Weimar se origina en los judíos, gente rica y avara
Si bien a Hitler le caían mal los judíos por varias razones, no estaba tan ciego como para creer eso que afirmaba. Pero soltó la idea para capitalizar el descontento de la gente dándoles un objetivo a quien culpar. ¿Por qué era falaz el argumento? Pues, básicamente porque
- era cierto que había pobreza en Alemania
- era cierto que los judíos eran menos pobres que el alemán promedio
- cuando la desigualdad es sistemática y tiene correlación con un grupo identificable, es natural que se incube resentimiento hacia ese grupo.
- es falaz implicar que el judaísmo y la riqueza tienen relación de causalidad
- es falaz implicar que la existencia de personas que pertenecen al grupo más rico, y pertenecen al grupo judío, generen de por sí pobreza para el pueblo alemán.
- es falaz identificar como privilegio algo que no es privilegio sino consecuencia de una metodología de trabajo y un sistema de redes de apoyo y contactos, que es lo que ha permitido a los judíos sobrevivir en tierra hostil desde la diáspora, inmunes a vaivenes económicos e independientes de un estado proveedor.
Ahora, algunos correligionarios de Hitler le dijeron que el artículo era inexacto, falaz, incitaba al odio y que centrarse tanto en el antisemitismo en vez de lo crucial, el resurgimiento de Alemania, podía perjudicar su carrera. Le recomendaron moderar tanta consigna antisemita, y Hitler hizo caso y en los meses siguientes eludió esa temática de sus discursos y artículos.
El artículo concitó un
abrumador apoyo en las redes sociales de la época, que consistían en conversar en cafeterías, bares, plazas y esas cosas. Los más exaltados salieron a defender a Hitler diciendo que él no tenía por qué moderarse. Que pretendían callarlo porque estaba diciendo una verdad incómoda, un hecho que todos intuían y nadie decía en voz alta.
Esa "verdad incómoda" era en realidad una "falacia cómoda". Falacia porque propone causalidad donde no la hay, y define como privilegio algo que no lo es. Pero incluso sin causalidad y sin privilegio la desigualdad era real, y es cómodo y natural culpar de la desigualdad a lo que percibes como el grupo privilegiado.
De todo eso me acordé cuando vi que
Ahora bien, me costaría mucho creer que esa señora tiene el talento de Hitler para explotar una grieta en el subconsciente de la población para hacer resonar una falacia. Más bien creo que ella realmente cree en lo que dijo, porque sus recursos cognitivos son limitados.
¿Por qué es falaz el argumento de la ex ministra? Revisándolo tal como revisamos el de Hitler,
- Es cierto que hay gente pobre (grupo A, los pobres) y es penca ser pobre
- Es cierto que hay gente (grupo B familias cuicas) con más plata que uno (grupo C, clase media como todos los que estamos leyendo este foro), y me cae mal que otras personas tengan más que yo siendo que no son más inteligentes ni trabajan más duro que yo. De nuevo, los privilegios incuban resentimientos.
- Es cierto que hay gente (grupo D, familias ultraconservadoras) cuya postura acerca de las libertades individuales es que (entre otras cosas) tienes la obligación de permitir que un embarazo siga su curso
- Es cierto que aunque el aborto es ilegal el Chile, y por lo tanto no está en el plan auge, sí puedes pagar un aborto en la consulta privada de un médico (o a veces un practicante de carnicería) Esto implica que el estatus de ilegalidad del aborto sólo es ilegal de facto para el que no puede pagar uno privado (que es el grupo A del primer punto)
- El hecho de que la gente del grupo A, los pobres, no tenga plata para un aborto privado, no es culpa de los ricos, a menos que te refieras al segmento de la población que realmente puede influir en la distribución del ingreso. Eso serán a lo sumo los 1000 empresarios más poderosos. Digamos que son el grupo E, la cúpula de los ricos y poderosos.
- Es falaz tratar de asimilar al grupo E (ricos y poderosos) con el grupo B (familias cuicas)
- Es falaz tratar de asimilar a los grupos E y B con el grupo D (familias ultraconservadoras)
- Es mentira que las clínicas privadas ofrezcan el servicio de aborto. Mi esposa es enfermera, ha trabajado en tres clínicas y cualquier profesional de la salud que haya trabajado en una clínica privada sabe que jamás arriesgarían su estatus de acreditación con la superintendencia de salud realizando abortos o eutanasias. El levantamiento de procesos que una clínica debe realizar para poder ser prestador de FONASA con convenio GES es comparable a certificarse con ISO 9001. Hay que ser muy ingenuo para pensar que en una clínica alguien pudiera reservar un pabellón, usar insumos y en general tramitar una intervención ilegal sin que nadie se diera cuenta. Por lo mismo, me da la idea que la ex ministra sólo ha trabajado en hospitales públicos (que no pasan por acreditación) o en el mundo académico. Eso, o bien sólo ha vendido horas a instituciones privadas pero nunca ha participado del levantamiento de procesos.
Sin conocer a nadie que haya abortado ni a nadie que ofrezca abortos, me imagino que para hacerse un aborto hay que conseguir el contacto de un médico que haga ese procedimiento en su consulta privada. Esos médicos además de atender en su consulta privada puede que además hagan horas en una clínica, otras en un hospital público y a lo mejor hasta hagan clases en la universidad. Es falaz decir que lo que haga un médico inescrupuloso en su consulta privada sea un servicio de la clínica, el hospital o la universidad en donde ese médico haga algunas horas a la semana.
Si el problema es que los pobres no pueden acceder a un aborto en una consulta privada, veo difícil que la solución sea culpar a los que sí pueden costearla (grupos B y C) y asegurar que los que pueden costear un aborto son los que se oponen al mismo (grupo D) ¿Qué podría tener que ver una cosa con otra? Un ministro de estado que no logra ver el agujero lógico de este argumento difícilmente podría haber sacado la carrera de medicina, pero quién sabe.