Viendo las medidas que han tomado países asiáticos que han podido usar lo aprendido en los brotes de SARS y MERS según ese artículo, va en buen camino pero falta un trecho largo.
Es necesario detectar y aislar a los casos positivos, lo que implica sacarlos de sus viviendas y dejarlo en lugares especialmente habilitados para ello. El estado de catástrofe permite limitar el derecho de propiedad, y dada la capacidad subutilizada por la caída del comercio lo primero es que las FFAA tomen el control de los hoteles y que se usen temporalmente para alojar a personas que tienen coronavirus y que por ende deben estar aislados en cuarentena por 14 días. El sacarlos de sus viviendas puede ser por la fuerza en caso de no querer hacerlo, pero lo ideal sería dar incentivos económicos para que lo acepten de buenas a primeras (además, no tienen por qué estar incomunicados: Pueden hablar con sus familiares y amigos desde el aislamiento, y trabajar remoto si tienen la posibilidad de hacerlo también). También debería habilitarse bases militares para tal efecto y, si llegara a ser estrictamente necesario, inmuebles abandonados o segundas viviendas vacías.
El segundo paso es contactar a todos aquellos que puedan haber sido contagiados por cada caso positivo, esto implica a familiares, amigos, compañeros de trabajo y (hasta donde se pueda) gente en el transporte público y choferes de Uber u otro rideshare que puedan haber tenido contacto con ellos, y hacerles el examen. También hay que extender la capacidad de hacer exámenes a otras personas lo más posible, pues obviamente no es trivial ubicar a literalmente todos los que puedan haber tenido contacto con un contagiado considerando el período de incubación.
El tercer paso es flexibilizar los criterios para ejercer en todo el sector salud, y no sólo tener a internos si no que a médicos extranjeros que no hayan aprobado el Examen Médico Nacional (y otros equivalentes para enfermería, tecnólogos médicos, y otras carreras del área de la salud) preparados para prestar apoyo al sistema en caso de ser necesario. También hay que acelerar la compra de los insumos que sean necesarios para atender a más gente, y coordinarse con clínicas privadas ya que también tendrán que hacer lo suyo les guste o no.
El último paso es prepararse para el caso en que haya que declarar una cuarentena más extendida, y estricta. Acá quizá lo más importante sea tener el sistema listo para reclutar a desempleados para que ayuden con actividades de distribución y logística, recibiendo la capacitación para evitar contagiarse lo más posible. A ellos se les deberá pagar un sueldo pues al final es trabajo temporal para el Estado. También se podría considerar a cabros en educación media y superior en esto, si se contagian no es tan grave pues la tasa de hospitalización a esa edad es bajísima y tendría la ventaja de que ayudaría a que adquieran inmunidad. Eso sí, no pareciera que sea necesario por ahora llegar a esos extremos como lo ha dicho el representante de la OMS en Chile ya varias veces.
Todas estas medidas son desagradables y complejas de implementar desde un punto de vista logístico, financiero y hasta legal, y no van a faltar los inescrupulosos que querrán aprovechar las circunstancias para hacer todo tipo de cosas como puede ser crear cambios de carácter permanente en el sistema de salud a partir de una situación muy excepcional, pero aparentemente los países que ya han vivido este tipo de pandemias (coronavirus como SARS y MERS) y están conteniendo la actual han ido en esa dirección. Así que hay que seguir ese ejemplo aunque sea complejo y desagradable.