No discuto eso, sólo hago mención al hecho sociológico que si nuestra clase política/gobernante/económica no hace nada, es inevitable la violencia.
No se, pero capaz que en unos años pase un evento de violencia parecido al de ahora pero relacionado con el agua. ¿Y que están haciendo nuestros gobernantes para evitar eso?
O sea, el tema de las pensiones no es de ahora, es algo que se sabe desde hace muchos años . Y ahí se dan vuelta en el congreso siempre en lo mismo y al día de hoy no hay nada concreto.
Eso lo entiendo, sólo hago notar que si las cosas son así (y tal vez lo son) entonces otros actores con objetivos contrapuestos entrarán al baile. Eso implica que la violencia tampoco garantiza nada en términos de las soluciones que se busca.
Ahora, sobre las soluciones - creo que parte del problema es que hay gente que cree que las soluciones pasan por terceros y no por uno. Por ejemplo, hablas de las pensiones pero cuando se hace encuestas sobre el tema una mayoría absoluta de los que contestan dicen que no quieren que los aportes extra se vayan a un fondo solidario para los jubilados actuales (subir la cotización y dejarlo todo individual arreglaría los problemas para los que se jubilen en el futuro, no para los que ahora están con problemas). Ahí la única diferencia real entre izquierda y derecha es que los primeros están dispuestos a trasquilar a un tercero (a las élites actuales y a las mineras locales y transnacionales normalmente) mientras que los segundos entienden que eso tiene sus propios problemas y por ende prefieren no hacer nada (y lo dicen abiertamente). Es por eso que nadie pide una reforma tributaria debería incluir una subida en los impuestos a la renta a la clase media, incluyendo a uno mismo pero también a la población en general, y acá me refiero tanto al trabajador que gana el promedio ($573 lucas líquidas) como al que está en la mediana ($400 lucas líquidas). Es por eso también que nadie está dispuesto a asumir otro tipo de costos menos evidentes (no se miden en plata) pero que vienen de la mano de algunas demandas de ciertos sectores, como puede ser automatizar procesos (que llevaría a despidos de varias personas, es decir, hay gente que pierde con eso... Esto es especialmente cierto en el Estado), construir más vivienda para que bajen los arriendos (lo que afecta indudablemente la calidad de vida y el carácter histórico/cultural de los barrios que se llenen de edificios), construir viviendas sociales para integrar socioeconómicamente al país (siempre hay resistencia de las comunidades receptoras cuando ocurre), integrar a los inmigrantes (ídem) o si se opta por una estrategia de industrializar y agregar valor a los recursos naturales (acá saltan los ecologistas a reclamar por el medioambiente, ni hablar si hay gente viviendo donde sea que se haga ese tipo de obras).
La otra gran parte del problema es que, aparte de lo anterior, hay problemas en Chile para los que además no hay una solución clara. Por ejemplo, a mí no me queda tan claro por qué Chile se ha estancado económicamente desde fines de 2013, cómo arreglar el transporte en Santiago, cómo mejorar la educación, cómo incentivar la innovación o cuál debe ser la estrategia de desarrollo general de Chile ni cómo se debería implementar.
Entonces, claro, dices que los políticos discuten eternamente sin hacer mucho, y es cierto - pero seamos honestos, a nadie le gusta hacer sacrificios por el prójimo tampoco. Todos creen que lo que tienen lo merecen, y que lo que no tienen es algo que se les debe, un derecho que no se les respeta. Y esto no es nuevo, ha sido parte de la mentalidad del chileno desde hace fácil 100 años, teniendo un receso sólo cuando hay circunstancias extenuantes que hacen que todos cedan en algo (el ejemplo más claro fue la transición y la mentalidad de hacer cosas "en la medida de lo posible" pues había cierto equilibrio de poder y una amenaza real de un desastre, i.e. un golpe). Y cuando se potencia las cosas siempre terminan de la misma forma (con violencia).
Y por último, para más remate los políticos tienen esa misma mentalidad, pero potenciada pues además tienen poder sin realmente tener la capacidad para usarlo correctamente. Eso se puede ver en todo orden de cosas - desde leyes mal hechas, hasta las peleas constantes por cada cuota de poder, hasta reformas que sin tener ningún componente ideológico no se hacen porque el proyecto de ley bajo discusión abarca temas de distribución del poder (de cuoteo obviamente) siendo que son temas que podría separarse en proyectos distintos hasta proyectos que son abiertamente cortoplacistas sin hacerse cargo de las consecuencias de largo plazo de sus actos. Y aunque los políticos son normalmente así (incluso quizá es requisito para llegar a ser político), la camada actual lo sufre de forma particularmente severa precisamente porque uno de esos problemas que no tiene solución clara es cómo seguir agrandando la torta. Si la torta no se agranda, entonces entran dinámicas que son más bien juegos de suma cero que de suma positiva, y eso implica pelea. Y eso lo presienten todos, políticos y la gente normal - es cosa de preguntar cuánta gente cree que hay meritocracia en Chile.