Dejando de lado todo lo malo de este paro y sus consecuencias económicas en un momento delicado mundial, esperemos que las autoridades al fin reflexionen un poco y le den a Codelco la importancia que se merece. En efecto, desde la creación de esta empresa estatal, todos los gobiernos la han estrujado como una esponja, dejándola con las migas para invertir y modernizarse como corresponde.
En Europa, tomando como ejemplo solo algunas ciudades costeras como El Havre, Amberes, Paso de Calais, Dunquerque, La Haya, Roterdam, Amsterdam, Hamburgo, y sin tocar las costas inglesas. Las grandes fundiciones de altos hornos (acero, cobre, aluminio, etc), refinerías, petroquímicas, químicas diversas, centrales termoeléctricas, etc, se encuentran todas casi en la ciudad misma y a paso de zonas agrícolas. Si esas empresas no causan problemas ni demandas ambientales, es simplemente porque cumplen con los rigurosos estándares establecidos en la UE. A fines de los años 90, muchas industrias que no cumplían o no podían cumplir con los estándares exigidos por la vetustez de sus instalaciones, o se renovaban o cerraban. La UE destinó importantes fondos incluso para venir en ayuda para facilitar la modernización de muchos de esos complejos industriales.