Es que si se ponen emocionales,aquí ya entramos en el pantano filosófico.
La verdad es que resulta realmente fácil experimentar el presente como consecuencia lógica de lo que ocurrió en el pasado. Sin duda la perspectiva lineal del tiempo que hemos aprendido y experimentado desde pequeños, así nos lo hace creer. Esta justificación permite a unos adoptar una actitud nostálgica, viviendo en la sensación de que el tiempo que ya pasó fue mejor/peor que el presente que viven. Experimentando un sentimiento de pérdida de tiempo, anhelo, desesperanza, etcétera que proyectan sin darse cuenta en el futuro ya que intuyen el tiempo que vendrá como la perpetuación de su estado actual.
Otros pueden comprender que el futuro depende de ellos mismos y de la actitud que tienen en el presente, y de esta forma entienden que el pasado pasó. Pero ha dejado una huella en sus vidas que es palpable, como uniones sentimentales, hijos, estudios, trabajos, hipotecas, heridas, y más. Como todo esto existe en sus presentes, y les recuerda continuamente que toda causa tiene un efecto del que conviene hacerse cargo. Así, resulta bastante difícil concebir la idea de que esos efectos presentes de sus causas pasadas, no son más que manifestaciones y expresión de su actitud y mentalidad actuales. Estas personas viven menos frustradas que las del primer grupo, y están menos condicionados que aquellos respecto a lo que esperan del futuro. Sin embargo les resulta complicado crear un devenir prometedor y estimulante, por la atadura que sienten al pasado.
Finalmente hay un reducido grupo de personas que entiende los “efectos” en sus vidas, de acciones pasadas, como exactamente lo que son. Consecuencias derivadas de algo que ya no existe, y eligen percibirlos de una forma nueva y no en función del tiempo que ya no es. Esta forma de ver el presente, da la oportunidad de adoptar nuevas actitudes respecto a hijos, parejas, hipotecas, o trabajos. Esta actitud provoca nuevos procesos mentales, más actualizados digamos y por tanto menos sujetos a limitaciones anticuadas que a su vez abren la puerta a soluciones mucho más creativas y productivas. Este grupo de gente, experimenta las circunstancias de la vida, de una forma mucho más libre y feliz, y es capaz de modelar mucho más fácilmente esos “efectos” o incluso de eliminarlos en la medida de lo posible.
La voluntad está por encima de las circunstancias SIEMPRE. Todos elegimos vivir condicionados por el pasado o no.