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- 11 Marzo 2011
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C&P
Si hace justo una semana fue la tasa de creación de empleo asalariado la que evidenció un fuerte incremento en el sector público por sobre el privado (ocho de cada 10 plazas fueron creadas en ese sector), las cifras correspondientes al aumento de los salarios en el país volvieron a poner en primer puesto al aparato estatal.
De acuerdo con las cifras reveladas ayer por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la administración pública fue el sector con el mayor incremento en el Índice de Remuneraciones (IR) en mayo, anotando un alza de 9,7% en los últimos 12 meses, expansión más que el doble de lo registrado por el promedio de la actividad nacional, que según el ente estadístico, anotó 4,4% en igual período.
A pesar de la leve caída registrada en el quinto mes por este grupo (-0,1%), en términos anuales se ubicó muy por sobre sectores como el Comercio (3%), Minería (2,9%) o Enseñanza (2,2%).
En este sentido, César Guzmán, gerente de macroeconomía de Security, explica que el dato nacional “si bien es levemente superior al registro previo (4,3%) sigue reflejando la moderación que ha exhibido desde mediados de 2014 cuando las remuneraciones crecían al 7%”, detallando que con esto la masa salarial, indicador que muestra el total de las remuneraciones de todos los ocupados a nivel agregado de la economía, creció 3,6% interanual en mayo en términos reales.
Preocupación fiscal
Respecto a la evidente superioridad del sector público en el avance de las remuneraciones, los economistas manifestaron su preocupación tanto por la diferencia con el sector privado, como por el efecto en las cuentas fiscales.
Alejandro Fernández, de Gémines, señala que “las cifras que se ven en el sector privado, son claramente el reflejo de la debilidad de la economía, que muestra que por un lado la productividad no crece, que la demanda por trabajo está débil y que por tanto no hay espacio para que suban los salarios”. En cuanto al sector público, afirma que “la verdad es que no sorprende mucho, dado que no se rigen por las leyes del mercado, y como no tienen que preocuparse por los costos, pueden contratar gente y aumentar sus remuneraciones de una manera inconsistente con el desempeño real de la economía”, criticando que sí deberían ver el tema de los costos dado que la situación fiscal es compleja.
Preocupación que comparte Patricio Rojas, de Rojas & Asociados, quien explica que el indicador considera la planilla total estatal, por lo que “se está generando un aumento del aparato público que se va a trasladar al próximo gobierno, que tendrá que evaluar cómo mantiene esa planilla o ajustarla”. En este sentido, sostiene que lo que estaría aumentando son las contrataciones, que elevan esa planilla y que eso se refleja en el indicador.
Añade, además, que “el salario promedio que tiene el asalariado público es mayor al del asalariado privado. El promedio público es alrededor de$ 750 mil, mientras que el privado cercano a $ 550 mil”, con lo que precisa que “entonces si se contrata más gente en el sector público, implica que la planilla crece mucho más de lo que crecería la planilla del sector privado”.
Coincide Joseph Ramos, economista de la Universidad de Chile y presidente de la comisión de productividad, quien apunta que “aquí se esta cambiando la estructura de contrataciones, probablemente hay más profesionales siendo contratados, de más alto nivel que el promedio del sector público, por lo que no es que una secretaria esté viendo un aumento de 9%”.
Otro punto que advierten los expertos, es que el importante aumento de los salarios en este grupo, mermaría las opciones del sector público a la hora de negociar el reajuste salarial que todos los años negocia con el Ministerio de Hacienda. “El gobierno se va a encontrar con una situación bastante compleja por una situación de gastos comprometidos importantes y una situación de ingresos bastante mermada, por lo que eso debiese primar en la negociación. Debiese primar los equilibrios fiscales”, señala Rojas.
A su vez, Ramos afirma que “el reajuste del sector público debiera ser similar al de sector privado e incluso algo menor porque la posibilidad de ser despedido es muy baja”.
Mientras que Fernández si bien comparte que el reajuste no debería superar al del año pasado, adelanta que “debería ser así, pero en la práctica no es así porque el sector público nunca acepta reajuste inferiores a la inflación y menos bajas nominales como en el sector privado, y tienden a actuar con un desprecio absoluto con la economía y su única preocupación es el interés particular de sus agrupaciones”.
“Lo van a usar”
Al respecto, Ramón Chanqueo, recientemente nombrado coordinador de la mesa del sector público, advirtió que “es un dato que sin duda lo usarán cuando lleguemos a conversar con el gobierno”, acusando que “ese 9,7% no es tan así, según el punto de vista de los funcionarios del sector público no se ve un alza tan abultada como lo muestra el INE. Si bien es cierto que en el ámbito municipal ha habido algunos arreglos a partir de ciertos períodos para subir sueldos, como el reconocimiento de los títulos profesionales de los funcionarios municipales, esa mejora no es el porcentaje que se muestra, es mucho menor”. “Esa alza no es transversal en la administración pública, detrás de esa cifra probablemente están los cargos directivos más importantes”, recalcó.
Visión que comparte Raúl de la Puente, ex presidente de la Anef y que negoció el reajuste salarial por más de 15 años. “Este es un dato que sin duda es una estrategia que el gobierno va a usar, la han usado, en donde nos argumentaban que el ajuste debía ser pequeño y que habrían mejorado los salarios a través de otras políticas públicas, lo que generaría datos tan altos como este. Pero esa cifra está alejada de la realidad de los funcionarios del Estado”, señalo.
Si hace justo una semana fue la tasa de creación de empleo asalariado la que evidenció un fuerte incremento en el sector público por sobre el privado (ocho de cada 10 plazas fueron creadas en ese sector), las cifras correspondientes al aumento de los salarios en el país volvieron a poner en primer puesto al aparato estatal.
De acuerdo con las cifras reveladas ayer por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la administración pública fue el sector con el mayor incremento en el Índice de Remuneraciones (IR) en mayo, anotando un alza de 9,7% en los últimos 12 meses, expansión más que el doble de lo registrado por el promedio de la actividad nacional, que según el ente estadístico, anotó 4,4% en igual período.
A pesar de la leve caída registrada en el quinto mes por este grupo (-0,1%), en términos anuales se ubicó muy por sobre sectores como el Comercio (3%), Minería (2,9%) o Enseñanza (2,2%).
En este sentido, César Guzmán, gerente de macroeconomía de Security, explica que el dato nacional “si bien es levemente superior al registro previo (4,3%) sigue reflejando la moderación que ha exhibido desde mediados de 2014 cuando las remuneraciones crecían al 7%”, detallando que con esto la masa salarial, indicador que muestra el total de las remuneraciones de todos los ocupados a nivel agregado de la economía, creció 3,6% interanual en mayo en términos reales.
Preocupación fiscal
Respecto a la evidente superioridad del sector público en el avance de las remuneraciones, los economistas manifestaron su preocupación tanto por la diferencia con el sector privado, como por el efecto en las cuentas fiscales.
Alejandro Fernández, de Gémines, señala que “las cifras que se ven en el sector privado, son claramente el reflejo de la debilidad de la economía, que muestra que por un lado la productividad no crece, que la demanda por trabajo está débil y que por tanto no hay espacio para que suban los salarios”. En cuanto al sector público, afirma que “la verdad es que no sorprende mucho, dado que no se rigen por las leyes del mercado, y como no tienen que preocuparse por los costos, pueden contratar gente y aumentar sus remuneraciones de una manera inconsistente con el desempeño real de la economía”, criticando que sí deberían ver el tema de los costos dado que la situación fiscal es compleja.
Preocupación que comparte Patricio Rojas, de Rojas & Asociados, quien explica que el indicador considera la planilla total estatal, por lo que “se está generando un aumento del aparato público que se va a trasladar al próximo gobierno, que tendrá que evaluar cómo mantiene esa planilla o ajustarla”. En este sentido, sostiene que lo que estaría aumentando son las contrataciones, que elevan esa planilla y que eso se refleja en el indicador.
Añade, además, que “el salario promedio que tiene el asalariado público es mayor al del asalariado privado. El promedio público es alrededor de$ 750 mil, mientras que el privado cercano a $ 550 mil”, con lo que precisa que “entonces si se contrata más gente en el sector público, implica que la planilla crece mucho más de lo que crecería la planilla del sector privado”.
Coincide Joseph Ramos, economista de la Universidad de Chile y presidente de la comisión de productividad, quien apunta que “aquí se esta cambiando la estructura de contrataciones, probablemente hay más profesionales siendo contratados, de más alto nivel que el promedio del sector público, por lo que no es que una secretaria esté viendo un aumento de 9%”.
Otro punto que advierten los expertos, es que el importante aumento de los salarios en este grupo, mermaría las opciones del sector público a la hora de negociar el reajuste salarial que todos los años negocia con el Ministerio de Hacienda. “El gobierno se va a encontrar con una situación bastante compleja por una situación de gastos comprometidos importantes y una situación de ingresos bastante mermada, por lo que eso debiese primar en la negociación. Debiese primar los equilibrios fiscales”, señala Rojas.
A su vez, Ramos afirma que “el reajuste del sector público debiera ser similar al de sector privado e incluso algo menor porque la posibilidad de ser despedido es muy baja”.
Mientras que Fernández si bien comparte que el reajuste no debería superar al del año pasado, adelanta que “debería ser así, pero en la práctica no es así porque el sector público nunca acepta reajuste inferiores a la inflación y menos bajas nominales como en el sector privado, y tienden a actuar con un desprecio absoluto con la economía y su única preocupación es el interés particular de sus agrupaciones”.
“Lo van a usar”
Al respecto, Ramón Chanqueo, recientemente nombrado coordinador de la mesa del sector público, advirtió que “es un dato que sin duda lo usarán cuando lleguemos a conversar con el gobierno”, acusando que “ese 9,7% no es tan así, según el punto de vista de los funcionarios del sector público no se ve un alza tan abultada como lo muestra el INE. Si bien es cierto que en el ámbito municipal ha habido algunos arreglos a partir de ciertos períodos para subir sueldos, como el reconocimiento de los títulos profesionales de los funcionarios municipales, esa mejora no es el porcentaje que se muestra, es mucho menor”. “Esa alza no es transversal en la administración pública, detrás de esa cifra probablemente están los cargos directivos más importantes”, recalcó.
Visión que comparte Raúl de la Puente, ex presidente de la Anef y que negoció el reajuste salarial por más de 15 años. “Este es un dato que sin duda es una estrategia que el gobierno va a usar, la han usado, en donde nos argumentaban que el ajuste debía ser pequeño y que habrían mejorado los salarios a través de otras políticas públicas, lo que generaría datos tan altos como este. Pero esa cifra está alejada de la realidad de los funcionarios del Estado”, señalo.