No se la dan a nadie
Patricia Yáñez, de sólo 38 años, sigue en proceso de rehabilitación en el Hospital San Pablo de Coquimbo. Sin embargo, ha debido pasar por momentos críticos. “Todo partió en Andacollo porque me contagié a través de un familiar, lo que pasó a finales de febrero. Me hice el PCR a inicios de marzo y me avisaron el día 6 de esta situación. Luego, comencé a tener todos los síntomas posibles: vómitos, náuseas, dolores de cabeza. Pedí que una ambulancia me fuera a buscar a mi casa, porque saturaba muy bajo. Estuve hospitalizada durante unos tres o cuatro días y fui trasladada hasta Coquimbo”, recordó. Cuando llegó al puerto, inmediatamente fue intubada, por lo que debió disponer de una cama UCI. “Perdí la noción del tiempo, incluso en más de una oportunidad me sacaba los tubos. Incluso, tuvieron que colocarme una sonda en la nariz. Ahí estuve muy grave, y lo más complicado, es que empecé a tener delirios, pesadillas y una gran desorientación”. Cabe destacar que posteriormente, y con gran dolor, pudo ir mejorando y así pasó a la Unidad de Tratamiento Intermedio, donde logró una mejor saturación y actualmente, se encuentra en rehabilitación, lo que ha sido lento y paulatino. “Esto, de verdad no se lo doy a nadie, porque uno teme que lo puede perder todo. En mi caso, a mi marido y mis hijos”, aseguró.
Se pudo evitar
Paola Muñoz, de 35 años, también vivió momentos que fueron una verdadera película de terror. Y también sabe cómo llegó a contagiarse: asistió a un culto religioso. “El día 28 de febrero comencé a sentirme mal, y partí a la Clínica Elqui, porqué pensé que era un resfrío, pero resulté positivo por Covid-19 tras hacerme el examen. No pasaron muchos días y comencé a sentir molestias en el pecho y no podía respirar. Me llevaron de Urgencia al Hospital de Coquimbo el día 7 de marzo y me trasladaron a la UTI, donde permanecí cerca de 10 días, con una cánula de alto flujo. Los primeros días estuve boca abajo, y pese a que no llegué a la UCI, y afortunadamente no fui intubada, pasé momentos muy duros. El estar en buena condición y no tener enfermedades de base es algo muy importante, que creo que cualquier persona, no sólo las personas mayores, deben entender”, subrayó quien estuvo internada hasta el 18 de marzo. Quien también está casada y es madre de dos hijos, por suerte ya está en casa, pero debe seguir asistiendo a controles médicos y usar inhaladores para mantenerse. “Les digo a todos que de verdad se cuiden, porque esto no es una broma. Los primeros días realmente no se siente nada, por eso no deben confiarse y preocuparse de cada detalle
Fuente: Diario el Día -
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