Basta con leer lo que posteó Zerosilent estimado, yo creo que sabes a qué me refiero.
Pero, yo digo que es mejor callar. Si los banearon o les hicieron algo malo en otro sitio venir a pelar, llorar o insinuar vendetta mediante la provocación lo encuentro demás. Allá ellos.
Eso sería todo mi aporte
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Por mi parte, mi experiencia es más o menos así:
- La casa en la que tú naciste y viviste durante 9 años se llena de termitas, ratones y cucarachas que se la empiezan a carcomer de a poco (esto comenzó a los 6 años de vivir en ella).
- A los 8 años de aguantar las termitas y los ratones, llegan unos flaites que ocupan por la fuerza tu casa y se toman el control total de la casa (y los pacos no hacen nada, debido a que el comisario es familia de esos flaites que tomaron tu casa).
- Tú y tú familia se trasladan de casa (con gran parte de las cosas) para evitar quedar en la calle (se logran abrir algunas cerraduras y se logra sacar gran parte de los muebles de la vieja casa para trasladarlos a la casa nueva, con el trabajo que implica para algunos miembros de la familia el limpiar y reparar muebles grafiteados y flaiteados).
- De vez en cuando vas a tu antigua casa por la puerta del lado (los flaites cambian la cerradura principal) a sacar frutos de los árboles del patio de tu antigua casa y te vas inmediatamente (ODUM y Ventas), debido a que en tu nueva casa los árboles son aún chiquitos al ser relativamente recién plantados.
- De un día a otro, los flaites cambian la mayoría de las cerraduras de tu propia casa, evitando que puedas sacar los frutos de tus propios árboles del patio de atrás (ODUM).
- A punta de escopetas y por publicitar la nueva dirección de tu casa a tus vecinos del barrio, te expulsan de tu vieja casa (pese a que sólo ibas por fruta, igual se siente un poco de nostalgia, recuerdos y miles de cosas).
- Pese a que uno está feliz en la nueva casa (en realidad con los mejores amigos de tu barrio original), da lata ver cómo te expulsan de la que fué legítimamente tú propia casa por gente extraña que se apoderó de manera ilegal de ella en un golpe de estado (es algo así como el cariño por el álma máter, no por nada son 9 años que permanecí allí).
- Lo que me deja un poco más tranquilo, es que la nueva casa es idéntica a la casa antigua cuando estaba en buen estado antes de la termitas, ratones y flaites (salvo el color de la pintura de la casa, la ubicación física del terreno y que en el patio los árboles son pequeñitos), y con los mismos integrantes de la familia de siempre.