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- 21 Agosto 2010
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No sé si mi publicación corresponderá en este foro o en el de servicios. Hoy junto a mi hijo usamos el servicio de Uber para trasladarnos en un tramo equivalente a un viaje entre Lo Prado y Las Condes, pero en región. El viaje de ida fue en un Chevrolet Sail impeque, salvo por la amortiguación que estaba pal loly. El viaje de regreso fue también en un Sail, con buena amortiguación, pero el auto era un verdadero asco. Por fuera venía totalmente embarrado, como si hubiese atravesado un charco de lodo. Como nuestra intención era viajar y no tomarnos una foto con el auto, no le dimos importancia y nos subimos. Una vez en el interior pudimos constatar que por dentro estaba extremadamente cochino. Había manchas de barro en el interior de las puertas y el tapiz de los asientos tenía manchas de todo tipo. No quiero ni ni pensar de qué serían algunas de ellas. La guinda de la torta: el pilar ubicado justo detrás del conductor tenía un manchón que aparentaba ser el sebo de la cabeza de alguien que no se lava el pelo y que acostumbra a apoyar la cabeza ahí para dormir. Pa mí que el conductor vive en el auto.
Mi hijo usa Uber todo el tiempo y me dijo que era primera vez que le tocaba uno así. Para mí, este fue mi primer viaje usando este servicio y ciertamente pasará mucho tiempo antes de que vuelva a tomar otro.
Mi hijo usa Uber todo el tiempo y me dijo que era primera vez que le tocaba uno así. Para mí, este fue mi primer viaje usando este servicio y ciertamente pasará mucho tiempo antes de que vuelva a tomar otro.