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- 24 Junio 2003
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Nunca me he considerado gamer, mas bien aficionado. O sea, he tenido la suerte de jugar videojuegos desde chico, dado que mi padre era bien aficionado a la cosa tecnologica, fuimos de los primeros en el barrio en tener VHS (excelente forma de aumentar tu popularidad en el barrio) y tambien un Atari. Esto se lo debe haber heredado mi abuelo a mi padre, hay unas fotos muy choras de la casa de mi abuela en Cerrillos (antes PAC) de cuando mi abuelo compro su primera radio cuadrafonica e invito a todos los vecinos a escuchar unas canciones. Habia fila.
Bueno, con mi padre teníamos harta diferencia de edad, 36 años. Asi que durante esos locos años 80 cuando mi padre tenia turno de trabajar medio día los sabados, me llevaba a su trabajo (la oficina estaba ahi donde esta ese supermercado Alpes a la salida del metro La Moneda), y terminada la jornada laboral ibamos a los Diana de Ahumada. En un principio el weon iba solo, si claro yo era chico y niun brillo andar con un weon que tenis que llevarlo al baño y esas cosas. Ahi ese subterraneo era un cuestion de otro mundo, dominaban los clasicos flippers, los cuales me gustaban pero se me hacian dificiles de jugar porque mi envergadura de brazos no era suficiente.
Lo primero que habia que hacer, cuando eras chico, era conseguir un cajon, que estaban ahi disponibles para el uso, era un cajon pequeño, barnizado que acarreabas por todo el salon y lo ponias frente a la maquina que querias jugar. Yo jugaba Phoenix, que no era mas que un pseudo clon de Galaxian, pero con unos pajaros. Puta era bueno yo pa ese juego, alternaba mi cajon entre ese y el Gyruss. Llegabamos siempre tarde a almorzar a la casa, era nuestro secreto eso sí, pero yo creo que mi mamá siempre supo.
Luego mi padre compro un Atari 2600, pero no le gusto mucho, lo tuvimos solo un par de meses para cuando llego el Atari 800xl y ahi se volvio un vicio de competir por quien hacia mas puntos que mi madre en el Pac-man, lo mio era el Bruce Lee.
Luego compro una NES, ahi fui cuando yo agarre la onda con los juegos de plataforma, igual creo que siempre fueron y son lo mio, no puedo negar mi preferencia por el los juegos de Mario o jugar Metroid o Zeldas.
Pero habia un problema, mi yo interno sabia que la consola era pulenta tenerla en la casa, pero los juegos de los arcades eran mejores.
Yo, un poco mas de la mitad de mi vida fui Floridano, para los huasos, de la comuna de La Florida. En esta comuna vi desaparecer la rotonda del 14 y convertirse en un cruce, vi como desaparecio la poblacion callampa y se convirtio en el Plaza Vespucio y vi como la calle Serafin Zamora se convertia en una especie de boulevard. Donde llegamos a vivir cuando mi padre pudo comprar una casa era un peladero con vacas donde yo iba a andar en bicicleta bmx cuando mas chico. No puedo evitar hinchar por el Audax, ahi al estadio nos dejaban entrar en el segundo tiempo gratis a ver el futbol
En calle Walker Martinez, una cuadra antes de llegar a Av La Florida habian como 4 locales comerciales, uno de ellos era un "sala de arcade" o mas conocido como "los flipper", la wea no tenia ningun real pinball eso si, tampoco tenia cartel afuera ni nada, pero si el sonido de las maquinas dentro, cuatro filas de maquinas, todas sencillas y una fila mas al fondo. Yo creo que habian unas 25 maquinas. El local parece que era un "Delta" oficial, algo asi como "Delta 1536".
Este era uno de los puntos neuralgicos de los cabros chicos de mi edad, aqui nos encontrabamos luego de jugar a la pelota, o de ir a la piscina en La Araucana. Eramos los mismo cabros, o nos haciamos amigos ahi porque ya nos habiamos visto en otro lado.
Ahi aprendi a jugar Snow Bros y la rompia, tambien jugaba F1 Dream, que parecia que era el unico que me gustaba jugar ese, lo cual era bueno porque nunca habia nadie.
El local era de "El Tata", no se si era de él pero el atendia. Era en ese tiempo mas menos viejo, debe haber tenido unos 60, pero estaba bien, de bigote, el pelo aun con algo de color, pero mañoso, se enojaba por weas a veces y cerraba el local y nos mandaba a todos a la calle, pero era buena gente a pesar de tener mal humor. Nos dejaba usar el patio para guardar las bicis, fiaba fichas y lo mejor de todo es que sabia cuando llegaba algun flayte que no era del barrio y lo correteaba. No dejaba que fumaran los cabros dentro del local, lo cual era comun en otros locales, si las maquinas tenian hasta una wea pa apoyar el cigarro. Ustedes son muy chicos pero la gente fumaba dentro de los Diana de Ahumada.
Pero el fumaba, frente al local, pero no dejaba que nadie mas lo hiciera.
Obviamente lo dias de verano eran los mas concurridos, de hecho como a media tarde habia que bajar un poco la cortina del local y entrar haciendo limbo, pero las bicis no entraban y el Tata se enojaba porque tenia que mover la cortina, lo mejor a veces era dejar la bici mas temprano dentro del local, nadie se la robaba porque todos sabian de quien era tal bici.
En los dias de verano el mas concurrido era el lunes, porque ese dia no habia la piscina, entonces la juntadera donde el Tata era temprano, como desde las 11 cuando el Tata se supone que deberia abrir, pero todos los cabros chicos llegabamos antes y conversabamos sentados en el primer escalon de entrada al local, ahi llegaba el Tata echandonos puteadas porque doblabamos la cortina y segun el costaba mas levantarla.
Si no llegaba a las 11:30 se armaba una comision que tenia la mision de ir a despertarlo a la casa, todos sabiamos donde vivia, no era lejos, pero pasaba que se quedaba dormido a veces. Varias veces me toco ir y a avisar a su señora que estaba perdiendo clientes, de verdad estaba durmiendo, se levantaba y al rato llegaba a abrir los flippers.
Asi, pasaron varios veranos, nos haciamos mas grandes, cambiaban los juegos, conociamos mas gente, el Tata se hacia mas viejo, pero nosotros seguiamos juntandonos ahi para jugar algun Street Fighter o Snow Bros.
Un lunes de febrero me toco agarrar mi bici e ir a buscar al Tata, junto con el Perro, un amigo, creo que se llamaba Rodrigo, que tenia un perro que se llamaba Laser, por lejos el peor nombre para perro, pero segun el se llamaba Laser porque adoptaba esa posicion de apuntar a una presa, como perro de dibujo animado. La verdad nunca lo vi hacer eso, ni siquiera responder al nombre de Laser.
No alcanzamos a llegar a la casa de El Tata, una cuadra antes de llegar vi a su señora, abrazada por mas gente, fuera de la casa un carro funebre.
No nos acercamos, solo me devolvi a los flipper, a avisar lo que habia visto. Fue el peor lunes de ese año, alguien averiguo del funeral, fuimos como 40 en nuestras bicicletas, nadie nos dijo nada, todos los familiares ahi sabian quienes eramos. Ahi supimos que El Tata siempre estuvo enfermo.
Nunca mas el local abrio, nunca mas nos juntamos frente a los flipper, nunca mas supe de algunos conocidos con los que compartiamos una partida de Snow Bros.
Lo peor de todo, nunca supe como se llamaba El Tata.
Bueno, con mi padre teníamos harta diferencia de edad, 36 años. Asi que durante esos locos años 80 cuando mi padre tenia turno de trabajar medio día los sabados, me llevaba a su trabajo (la oficina estaba ahi donde esta ese supermercado Alpes a la salida del metro La Moneda), y terminada la jornada laboral ibamos a los Diana de Ahumada. En un principio el weon iba solo, si claro yo era chico y niun brillo andar con un weon que tenis que llevarlo al baño y esas cosas. Ahi ese subterraneo era un cuestion de otro mundo, dominaban los clasicos flippers, los cuales me gustaban pero se me hacian dificiles de jugar porque mi envergadura de brazos no era suficiente.
Lo primero que habia que hacer, cuando eras chico, era conseguir un cajon, que estaban ahi disponibles para el uso, era un cajon pequeño, barnizado que acarreabas por todo el salon y lo ponias frente a la maquina que querias jugar. Yo jugaba Phoenix, que no era mas que un pseudo clon de Galaxian, pero con unos pajaros. Puta era bueno yo pa ese juego, alternaba mi cajon entre ese y el Gyruss. Llegabamos siempre tarde a almorzar a la casa, era nuestro secreto eso sí, pero yo creo que mi mamá siempre supo.
Luego mi padre compro un Atari 2600, pero no le gusto mucho, lo tuvimos solo un par de meses para cuando llego el Atari 800xl y ahi se volvio un vicio de competir por quien hacia mas puntos que mi madre en el Pac-man, lo mio era el Bruce Lee.
Luego compro una NES, ahi fui cuando yo agarre la onda con los juegos de plataforma, igual creo que siempre fueron y son lo mio, no puedo negar mi preferencia por el los juegos de Mario o jugar Metroid o Zeldas.
Pero habia un problema, mi yo interno sabia que la consola era pulenta tenerla en la casa, pero los juegos de los arcades eran mejores.
Yo, un poco mas de la mitad de mi vida fui Floridano, para los huasos, de la comuna de La Florida. En esta comuna vi desaparecer la rotonda del 14 y convertirse en un cruce, vi como desaparecio la poblacion callampa y se convirtio en el Plaza Vespucio y vi como la calle Serafin Zamora se convertia en una especie de boulevard. Donde llegamos a vivir cuando mi padre pudo comprar una casa era un peladero con vacas donde yo iba a andar en bicicleta bmx cuando mas chico. No puedo evitar hinchar por el Audax, ahi al estadio nos dejaban entrar en el segundo tiempo gratis a ver el futbol
En calle Walker Martinez, una cuadra antes de llegar a Av La Florida habian como 4 locales comerciales, uno de ellos era un "sala de arcade" o mas conocido como "los flipper", la wea no tenia ningun real pinball eso si, tampoco tenia cartel afuera ni nada, pero si el sonido de las maquinas dentro, cuatro filas de maquinas, todas sencillas y una fila mas al fondo. Yo creo que habian unas 25 maquinas. El local parece que era un "Delta" oficial, algo asi como "Delta 1536".
Este era uno de los puntos neuralgicos de los cabros chicos de mi edad, aqui nos encontrabamos luego de jugar a la pelota, o de ir a la piscina en La Araucana. Eramos los mismo cabros, o nos haciamos amigos ahi porque ya nos habiamos visto en otro lado.
Ahi aprendi a jugar Snow Bros y la rompia, tambien jugaba F1 Dream, que parecia que era el unico que me gustaba jugar ese, lo cual era bueno porque nunca habia nadie.
El local era de "El Tata", no se si era de él pero el atendia. Era en ese tiempo mas menos viejo, debe haber tenido unos 60, pero estaba bien, de bigote, el pelo aun con algo de color, pero mañoso, se enojaba por weas a veces y cerraba el local y nos mandaba a todos a la calle, pero era buena gente a pesar de tener mal humor. Nos dejaba usar el patio para guardar las bicis, fiaba fichas y lo mejor de todo es que sabia cuando llegaba algun flayte que no era del barrio y lo correteaba. No dejaba que fumaran los cabros dentro del local, lo cual era comun en otros locales, si las maquinas tenian hasta una wea pa apoyar el cigarro. Ustedes son muy chicos pero la gente fumaba dentro de los Diana de Ahumada.
Pero el fumaba, frente al local, pero no dejaba que nadie mas lo hiciera.
Obviamente lo dias de verano eran los mas concurridos, de hecho como a media tarde habia que bajar un poco la cortina del local y entrar haciendo limbo, pero las bicis no entraban y el Tata se enojaba porque tenia que mover la cortina, lo mejor a veces era dejar la bici mas temprano dentro del local, nadie se la robaba porque todos sabian de quien era tal bici.
En los dias de verano el mas concurrido era el lunes, porque ese dia no habia la piscina, entonces la juntadera donde el Tata era temprano, como desde las 11 cuando el Tata se supone que deberia abrir, pero todos los cabros chicos llegabamos antes y conversabamos sentados en el primer escalon de entrada al local, ahi llegaba el Tata echandonos puteadas porque doblabamos la cortina y segun el costaba mas levantarla.
Si no llegaba a las 11:30 se armaba una comision que tenia la mision de ir a despertarlo a la casa, todos sabiamos donde vivia, no era lejos, pero pasaba que se quedaba dormido a veces. Varias veces me toco ir y a avisar a su señora que estaba perdiendo clientes, de verdad estaba durmiendo, se levantaba y al rato llegaba a abrir los flippers.
Asi, pasaron varios veranos, nos haciamos mas grandes, cambiaban los juegos, conociamos mas gente, el Tata se hacia mas viejo, pero nosotros seguiamos juntandonos ahi para jugar algun Street Fighter o Snow Bros.
Un lunes de febrero me toco agarrar mi bici e ir a buscar al Tata, junto con el Perro, un amigo, creo que se llamaba Rodrigo, que tenia un perro que se llamaba Laser, por lejos el peor nombre para perro, pero segun el se llamaba Laser porque adoptaba esa posicion de apuntar a una presa, como perro de dibujo animado. La verdad nunca lo vi hacer eso, ni siquiera responder al nombre de Laser.
No alcanzamos a llegar a la casa de El Tata, una cuadra antes de llegar vi a su señora, abrazada por mas gente, fuera de la casa un carro funebre.
No nos acercamos, solo me devolvi a los flipper, a avisar lo que habia visto. Fue el peor lunes de ese año, alguien averiguo del funeral, fuimos como 40 en nuestras bicicletas, nadie nos dijo nada, todos los familiares ahi sabian quienes eramos. Ahi supimos que El Tata siempre estuvo enfermo.
Nunca mas el local abrio, nunca mas nos juntamos frente a los flipper, nunca mas supe de algunos conocidos con los que compartiamos una partida de Snow Bros.
Lo peor de todo, nunca supe como se llamaba El Tata.
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