Por caliente.
El año pasado tuve que viajar a USA por pega. Nos llevaron a conocer la casa matriz de la empresa y pasar tiempo con los colegas del equipo, para conocernos, puesto que debido a la pandemia eramos varios que nunca nos habíamos visto en persona. El asunto es que la empresa obviamente se puso con todo, y yo que ya había estado en Florida sabía que ese estado tiene pésimo transporte público, así es que pedí que me arrendaran un auto.
Coticé el sedán más barato que tuvieran disponible para poder andar cómodo con mis otros colegas chilenos (éramos 3), de esos reservé un Toyota Camry, que estaba al mismo precio de un compacto, pero en el aeropuerto me pasaron un Volkswagen Passat. Bueno, es el mismo segmento, dije yo, así es que no hay problema. Fuimos a darnos una vuelta a Miami Beach mientras esperábamos que llegara otro colega al aeropuerto y cuando íbamos de camino me salió una alerta en el tablero, indicando que había poco refrigerante (no habían pasado ni 15 minutos desde que salimos del aeropuerto). Me bajé del auto a revisar y caché que había una gotera bajo el auto y el tanque de refrigerante estaba más o menos con la mitad de líquido. Puta, partimos de vuelta al counter del rent a car a reclamar.
En el rent a car se deshicieron en disculpas y la señora que atendía me ofreció un SUV mediano como compensación. Bueno, dije yo, no hay problema, así es que se acercó al jefe a contarle la historia para conseguir el upgrade. En eso llega el jefe y en español me dice "le gustaría un Challenger mejor?". Puta, éramos 3, necesitábamos un auto con 4 puertas para andar cómodos, pero el que manejaba era yo y ni cagando iba a tener otra oportunidad (cercana al menos) de manejar un Dodge Challenger, así es que dije "pichula, démosle no más", que bueno (con una tremenda sonrisa).
Ahí quedé enamorado de ese motor y caja de cambios. Fue mi primera vez manejando un auto más o menos musculoso (no era la versión top, era un Challenger v6 no más) y me pude quitar el miedo por el consumo de bencina. En una semana manejando a diario, distancias bastante grandes, incluso con viaje a Orlando, gaste apenas un par de estanques. Yo que veía esos autos y pensaba "ahí va un weón con tula chica" y me sentía súper conforme con mi Skoda con motor chico y económico, quedé enamorado de la potencia de un motor más grande.
Llegando a Chile me tocó volver a mi realidad de padre de familia, sabiendo que un Challenger no es la mejor opción para acomodar a una pareja con 2 críos. Subir y bajar los asientos para acomodar a los niños en sus sillas va a ser una paja. Pero ese motor... esa caja maravillosa... La calentura no me dejaba de rondar la cabeza, así es que, ya sabiendo que los fabricantes usan mismas combinaciones de motor y cajas en distintos autos, me puse a buscar cuál era la opción "familiar" que tuviera la combinación del motor Pentastar y la caja ZF8.
Así es como llegamos al final de esta historia. Ahora tengo un Dodge Durango, que en buena parte ha resultado un dolor de cabeza, (porque me ha tocado lidiar con fallas clásicas de la marca, lo cuál ya me esperaba, habiendo investigado el modelo de antemano), pero puta, ese motor y esa caja que movían con soltura el Challenger, siguen moviendo con soltura un auto mucho más grande y mucho más cómodo.