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- 18 Abril 2011
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INTRO
Audioengine es una de esas marcas totalmente establecidas en el mundo del audio y en el consciente colectivo de los fanáticos. Su contínua disposición por entregar innovadores diseños, se han ganado el respecto de su público, el cual siente que la compañía se preocupa realmente por las demandas y necesidades de un creciente mundo cada vez más audiófilo y exigente.
Los muchachos de DigitalAudioNet coordialmente cedieron una unidad retail de Audioengine D3, tercera iteración (más o menos) de un dac de referencia de la marca, esta vez en formato “flash usb”, el cual me tenía muy intrigado.
Habiendo coqueteado anteriormente con Audioengine, estaba expectante de lo que este formato podría ofrecer, rompiendo quizás prejuicios e ideas preconcebidas.
EMBALAJE Y PRESENTACIÓN
Lo primero que encontramos es una caja de manejo, que dispone de sobrio branding. Dentro encontramos el embalaje original, que dispone de las tipicas caracteristicas de las cajas de Audioengine. Excelente calidad de impresión y looks. Dentro encontramos la unidad, junto a una esponja protectora negra de buen aspecto (pero quizás muy voluminosa, para lo pequeño de la unidad).
En relacion a los accesorios, viene un pouch de almacenaje y transporte de tintes grises y blanco, junto a un adaptador de 6.5mm a 3.5,mm, mas la clasica documentación y guia rapida. Quizas podria haber sido un buen accesorio, incluir una tapita para proteger el puerto usb.
La unidad en sí, está hecha de un sólido case de aluminio de muy buenas terminaciones y magnífico cepillado. Dispone de branding de Audioengine en el panel superior, y de specs en el panel inferior, donde también se pueden apreciar 4 diminutos tornillos. Volviendo al panel superior, apreciamos 2 pequeñas luces leds, que indican la conexión del dispositivo y la asignación de determinados colores para diferentes tipos de frecuencias de sampleo, y lo denominan modo “HD”... Quizás el único alcance que podría comentar en relación a la construcción, es que la unión del panel superior e inferior, deja un reborde visible y que se siente al tacto, que hace que la unidad pierde un poquito en su look. Finalmente el puerto de 3.5 culmina en la unidad.
PERFORMANCE Y SONIDO
El D3 fue mi primera experiencia con usb dacs en este formato de “usb flash”. Fue un verdadero agrado el comprobar que la unidad, cumple a cabalidad con lo que respecta a ser un dispositivo “plug and play”, un valuarte que a mi parecer está desvalorado en la actualidad.
Una vez reconocido el dispositivo, la configuración de esta tarjeta de sonido externa permite disponer de las capacidades de reproducción de material en 24/96 nativo, y downscaleo de material 24/192. Un lista con todos los specs, la encuentra pinchando aquí.
Técnicamente hablando, el D3 sorprende. Habiendo testeado el B1 (Audioengine), con su correcto AKM AK4396, los americanos repiten esa configuración con el D3. Sin embargo, suma para la etapa de amplificación un LME49726 de Texas Instruments (Asus Xonar U7, ADL A1), lo que le confiere la “autoridad” para mover hasta los más demandantes audífonos (en teoría). Sin dudas este antecedente, generaba bastante expectación por mi parte.
La unidad no dispone de ningun tipo de control de volumen externo/manual, por lo que todo los controles se realizan por software. En mis pruebas con Windows 7 (si, aun lo uso), note que siempre al instalar la unidad, esta quedaba configuraba el volumen en un default de aproximadamente el 20%, lo cual era pertinente (y más que suficiente) para el uso de in ears, y da un tremendo margen para intentar manejar audífonos más demandantes.
En cuanto al uso y manejo, probablemente este formato (usb flash) no es el más adecuado para andar cambiando audifonos constantemente, ya que dependiendo de la localización del puerto usb de la computadora que usen (o al menos en mi caso), uno tiene que asegurar con una mano la unidad y con la otra extraer o insertar los audífonos, puesto que al extraer el D3, si usted no fija la unidad, lo más probable es que se desinserte completamente. Dicho esto, la conexión de la unidad en el aspecto funcional es bastante sólida, puesto a que pese la conexión usb pueda bailar un poco al insertar o extraer un audífono, no recuerdo haber pasado por una pérdida de señal o conexión de la unidad. Esta si se calienta después de uso mantenido, sin embargo no siento que se sea muy inconveniente esto, sobre todo dado su reducido tamaño y las características de conexión, a no ser que su uso vaya a ser de bolsillo (enterese del porqué, más adelante).
Los dispositivos que use para las comparativas y testeo fueron:
Westone UM PRO 30
RHA MA750i
Pionner HDJ-2000
Sennheiser HD650
Thinksound On1
Nuprime uDSD
Fiio E10K
JDS Labs C5D
Sony Xperia Z1
Dados los rangos de precios, el D3 compite directamente con el JDS Labs C5D, pese a ser dos formatos diferentes. Sin embargo, las prestaciones son similares. El Fiio E10K, va prácticamente a mitad de precio que el D3, y el uDSD a un 30% más aprox. Por lo que dispuse de rangos limítrofes y directos en relación al precio, pero con variabilidad acorde a sus prestaciones.
La firma del D3, dista de la experiencia que tuve con el B1 Bluetooth, dado que este último cuando era amplificado por dispositivos externos, proporcionaba una firma transparente, balanceada y bastante plana. Correcta y funcional. Sin embargo, el D3 gracias a la implementación de su (a mi parecer) “magnífica” etapa de amplificación, se transforma en una bestia irreconocible para su genética Audioengenista.
Si. Porque la firma del D3 tiene mucho cuerpo, es sexy, entretenida, juguetona y no realmente en el aspecto “cálido mainstremeado” de lo que por el ejemplo el E10K ofrece, si no más bien precisa, balanceada y totalmente formada, definida...madura.
Todas las frecuencias se representan de una manera funcional, el equilibrio del D3 impresiona bastante. Sobre todo considerando su formato. Desconozco si los competidores más directos como Audioquest y Cambridge, logran este nivel (y al parecer hasta lo superan, segun algunos criticos), pero yo personalmente me declaro impresionado, no esperaba este tipo de competencia, resolutividad y funcionalidad en tal diminuto formato.
Los On1 y los HDJ-2000 el D3, los maneja sin siquiera despeinarse. Una prueba sustancial estaba determinada por cómo se comportaría la unidad al tratar de manejar a los HD650, y gracias a la presencia del adaptador de 6.5 a 3.5 pude comprobarlo. Si bien el D3 como mencione anteriormente, se instaura por default en un 20% del nivel de volumen del controlador de windows, para poder mover los HD650 tuve que llevarlo sobre el 60% para poder obtener una sesión apropiada (en principio ya que la presión sonora parecía apropiada), sin embargo ya en esos niveles el clipeo en los altos sea hacia evidente y molesto. Por lo que un 50% bastó para solucionar aquella situación.
Quizás establecer el nivel de “autoridad” que el D3 dispuso para los HD650, no es algo muy justo para los muchachos de Audioengine, puesto que la unidad es competente y resolutiva con esos legendarios audífonos. Fiio E10K hace un peor trabajo (incluso en high gain) , Nuprime uDSD sufre bastante, C5 quizás brinda un poco mas de flanboyismo quizás (sobre todo en la parte baja), por lo que si nos ponemos a pelar el chancho, el D3 sale bastante bien parado al respecto.
Quizás la palabra final, lo tengan los muchachos de los 600 omhs.
Metiéndonos al ruedo de las comparativas de DAC/AMPS, al comparar directamente con el C5D, y su versatilidad con la selección de 3 modos de playback, le da mucho más dinamismo a la escena sonora, logrando más extensión en medios y altos, y sin dudas un boost en la zona baja.
Dicho esto, es probable que al hacer una prueba a ciegas, matchiando volumen y seteando al C5D con el preset más cercano al sonido del D3, no creo que podría distinguirlos. Ahora, siendo que siempre uso el C5D en el mismo preset de bajo, personalmente elegiría siempre el C5D por sobre el D3, con la gran mayoría de mis audífonos.
En relación a su comparación con el E10K (que básicamente está a mitad de precio) el sonido por parte del D3 dispone claramente de más separación y definición, hay mayor extensión en los medios y altos, quizás la zona baja no logra tanta extensión, sin embargo el D3 tiene suficiente cuerpo como para competir en Miss Reef. De cualquier manera, y bajo cualquier preset del E10K, el D3 suena como el dispositivo más coherente y competente. Ahora las ventajas que trae el E10K con lineout y coaxial out, lo hacen un bancador de estampa. La experiencia fue transversal para los in ears y headphones. El sonido del D3 es el mejor.
Por último, al compararlo con el Nuprime uDSD, la cosa está más pareja. Si bien se puede apreciar, mayor pulcritud y resolución con el uDSD, no son impresiones que probablemente pueda defender a muerte, sobre todo en un escenario de pruebas a ciegas. Sin embargo, y en base a mi apreciación subjetiva, el uDSD se lleva la torta, costando un 30% (aprox) que el D3 más y con un ariete de prestaciones por parte del Nuprime, que me gustaría detallar en un próximo review.
Una inesperada función, que de hecho Matías de DigitalAudioNet me hizo notar, es que dispone de funcionabilidad como DAC/AMP via OTG. Al probarlo con mi Xperia Z1, la conexión es inmediata, haciendo justicia a su caracteristica real de plug n play. Incluso tomando nativamente el stream de Google Play bypaseando el DAC, y solo permitiendo el control de volumen/ganancia. Por lo que no se requieren de Apps especiales para reproducir la música favorita (funciona con Youtube, por lo que imagino que los Deezer y los Spotify no deberían de tener problemas). Desconozco cuanto esto afecta directamente al gasto de batería, pero tener la calidad de audio del D3 a mano, y con la facilidad de conexión que dispone, creo que es un tremendo plus.
El Audioengine D3 me sorprendió totalmente, desconocía que un formato tan pequeño, pudiera ser tan competente, y sobretodo sobre el hecho de no tener que sacrificar calidad de sonido por ello. Sorprendente Audioengine. Mis felicitaciones.
Puede encontrar el Audioengine D3, hoy en DigitalAudioNet.
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