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- 19 Diciembre 2005
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Saludos.
La mejor manera de combatir la sequía es agarrar el toro por los cuernos, así que les traigo lo prometido: la revisión de un producto ridículo, pero cercano a mi corazoncito de niña pequeña de 4-5 años de edad.
Con ustedes: la cámara instax de Kitty
Linda vista de la cajita. Nótese el detalle de Kitty sacando foto, y como cambia según el ángulo de la caja.
Abrimos y hallaremos esto:
La cámara, una lente para macro, amarra para el cuello, una plancha de autoadhesivos alusivos y una cajita con el primer cartucho de fotos, tal como se vio en la caja.
Reconozco que me sentí como colegiala cuando la abrí la primera vez.
ZOOM AL PRODUCTO:
Si miramos bien, por su parte anterior tiene las ventanillas del visor, flash, sensor de luminosidad, objetivo, boton de apertura del objetivo, mini espejo para selfies y disparador. Muy kawaiiiiiiii todo. Hasta obvié el hecho de ser rosado todo... ¡pero es que es de Kitty! Ya. Una foto mejor:
Por atras se ve la ranura por la cual saldrán nuestras fotos, el espacio para los cartuchos de fotos, y el indicador de cuántas te quedan en el cartucho.
No se nota mucho, pero a la izquierda del espacio del cartucho hay otro destinado a las baterías. Son dos pilas AA.
Por todos lados, y en varios idiomas, te recuerdan que la película se vela si abres el compartimiento. Ahhhh... que nostalgia
Si miramos de cerca, en torno al objetivo hay numerosas indicaciones para abrir el obturador según luminosidad ambiental. Se gira manualmente, muy suave y fácil de hacer.
Aparte: lente ajustable para tomar fotos cercanas. Es plástica, pero puede tener potencial.
RTFM:
La papelería incluye instrucciones para el uso mejor de la cámara, poniendo énfasis en la seguridad: no comer las fotos o morirás.
También hace una minuciosa descripción de cómo tomar buenas fotos a distancias reducidas. Recordemos que el visor está separado del objetivo, así que Fujifilm recomienda desviar el objetivo para obtener fotos centradas. A mayores distancias da un poco lo mismo.
Y, finalmente: un ejemplo de foto. NO voy a gastar mi cartucho dedicado de Kitty en probar fotos para ustedes. Se las debo, pero de muestra: un botón.
Qué liiiiiiiindaaaaaaa, y de Kitty.
Por cierto, en la red hay fotos enmarcadas de varios personajes, pero la recarga viene en este formato, por $12000, fotografías formato tarjeta de crédito.
Y eso por ahora.
CONCLUSIÓN
¡¡¡ES DE KITTY!!! ¿Necesito decir algo más?
Sí. Obvio que hay cámaras mejores en toooooooodos los aspectos que un avezado fotógrafo pudiese desear. Esta apela al romance y nostalgia de las antiguas Polaroid y Kodak, antes que se mostraran los dientes y fueran a juicio. Mantiene esa magia bonita de sacar la foto, y esperar unos minutos para saber como salió. La misma sensación de ir a buscar tus rollos revelados al laboratorio (descartando la rabia al ver que le cortaste la cabeza a todos en la foto), esa viene garantizada.
Para quienes tienen su vida llena de amargura cual aceituna de Azapa, también hay versiones de la instax en colores y no-de-Kitty. Aunque no entiendo por qué querría alguien una no-de-Kitty.
Bonita cámara para jugar y tener las fotos, especialmente para quienes nos da flojera sacar la impresora fotográfica de su caja para tenerlas en físico. Convengamos que poca gente imprime sus fotos hoy, esta te devuelve esa magia.
Les quedo debiendo cuando use la lente de acercamiento.
Comente no más.
La mejor manera de combatir la sequía es agarrar el toro por los cuernos, así que les traigo lo prometido: la revisión de un producto ridículo, pero cercano a mi corazoncito de niña pequeña de 4-5 años de edad.
Con ustedes: la cámara instax de Kitty
Linda vista de la cajita. Nótese el detalle de Kitty sacando foto, y como cambia según el ángulo de la caja.
Abrimos y hallaremos esto:
La cámara, una lente para macro, amarra para el cuello, una plancha de autoadhesivos alusivos y una cajita con el primer cartucho de fotos, tal como se vio en la caja.
Reconozco que me sentí como colegiala cuando la abrí la primera vez.
ZOOM AL PRODUCTO:
Si miramos bien, por su parte anterior tiene las ventanillas del visor, flash, sensor de luminosidad, objetivo, boton de apertura del objetivo, mini espejo para selfies y disparador. Muy kawaiiiiiiii todo. Hasta obvié el hecho de ser rosado todo... ¡pero es que es de Kitty! Ya. Una foto mejor:
Por atras se ve la ranura por la cual saldrán nuestras fotos, el espacio para los cartuchos de fotos, y el indicador de cuántas te quedan en el cartucho.
No se nota mucho, pero a la izquierda del espacio del cartucho hay otro destinado a las baterías. Son dos pilas AA.
Por todos lados, y en varios idiomas, te recuerdan que la película se vela si abres el compartimiento. Ahhhh... que nostalgia
Si miramos de cerca, en torno al objetivo hay numerosas indicaciones para abrir el obturador según luminosidad ambiental. Se gira manualmente, muy suave y fácil de hacer.
Aparte: lente ajustable para tomar fotos cercanas. Es plástica, pero puede tener potencial.
RTFM:
La papelería incluye instrucciones para el uso mejor de la cámara, poniendo énfasis en la seguridad: no comer las fotos o morirás.
También hace una minuciosa descripción de cómo tomar buenas fotos a distancias reducidas. Recordemos que el visor está separado del objetivo, así que Fujifilm recomienda desviar el objetivo para obtener fotos centradas. A mayores distancias da un poco lo mismo.
Y, finalmente: un ejemplo de foto. NO voy a gastar mi cartucho dedicado de Kitty en probar fotos para ustedes. Se las debo, pero de muestra: un botón.
Qué liiiiiiiindaaaaaaa, y de Kitty.
Por cierto, en la red hay fotos enmarcadas de varios personajes, pero la recarga viene en este formato, por $12000, fotografías formato tarjeta de crédito.
Y eso por ahora.
CONCLUSIÓN
¡¡¡ES DE KITTY!!! ¿Necesito decir algo más?
Sí. Obvio que hay cámaras mejores en toooooooodos los aspectos que un avezado fotógrafo pudiese desear. Esta apela al romance y nostalgia de las antiguas Polaroid y Kodak, antes que se mostraran los dientes y fueran a juicio. Mantiene esa magia bonita de sacar la foto, y esperar unos minutos para saber como salió. La misma sensación de ir a buscar tus rollos revelados al laboratorio (descartando la rabia al ver que le cortaste la cabeza a todos en la foto), esa viene garantizada.
Para quienes tienen su vida llena de amargura cual aceituna de Azapa, también hay versiones de la instax en colores y no-de-Kitty. Aunque no entiendo por qué querría alguien una no-de-Kitty.
Bonita cámara para jugar y tener las fotos, especialmente para quienes nos da flojera sacar la impresora fotográfica de su caja para tenerlas en físico. Convengamos que poca gente imprime sus fotos hoy, esta te devuelve esa magia.
Les quedo debiendo cuando use la lente de acercamiento.
Comente no más.
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