Una vez se comenzó a "rodar" la cabeza del tornillo del tipo cruz que asegura la unidad óptica de un notebook. No soltaba con nada.
La solución fue hacerle a la cabeza del tornillo, con la mayor delicadeza posible, una ranura con un disco de Dremel para hacerlo girar con un destornillador de paleta. La carcasa del notebook quedó con unas pequeñas ranuras de ventilación extras, pero se logró el objetivo.
Por otra parte, también me ha pasado que al sacar todos los tornillos la tapa se niegue a salir. Esto puede significar que aún hay tornillos por soltar, solo que están ocultos. Generalmente, se ocultan bajo patas de goma, etiquetas de identificación de modelo, cubiertas o autoadhesivos que simulan ser parte integral de la carcasa.
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