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http://www.mercurioantofagasta.cl/impresa/2017/07/14/full/cuerpo-principal/6/texto/
Análisis con "sentido de realidad", es lo que echa de menos el fiscal regional Alberto Ayala Gutiérrez, cuando define la actitud de las autoridades frente a los fenómenos delictuales.
El abogado parece convencido que la región está viviendo una realidad distinta en materia criminal, y teme que esto no esté siendo detectado por todos los involucrados.
Por eso plantea abiertamente la necesidad de una revisión profunda y objetiva de la información disponible, para -en función de eso- definir políticas que ataquen el problema y eviten la aparición de otros.
Hoy la Región de Antofagasta es la que registra las mayores tasas de homicidios en el país, con 4,1 casos por cada 100 mil habitantes en 2016, lo que ya es factor de preocupación para el persecutor.
Pero hay otros más. Los homicidios se cometen con más violencia y en ellos hay una alta participación de extranjeros, sea como víctimas o victimarios. Y hacia allá hay que dirigir la mirada, explica.
¿Qué fenómeno enfrentamos este año, existe algo anormal?
-La característica que tienen los delitos este año es que la violencia que está implícita en su comisión es mayor a la contenida en los homicidios del año pasado. Tenemos personas que recibieron 40 puñaladas, personas que son desmembradas, es decir, claramente hay una conducta dolosa que es matar y ocultar el delito a la cual no estábamos acostumbrados en esta región.
Lo otro que veo es que si bien las cifras no son superiores al año pasado, eso no nos tiene que dejar conformes, porque en tasas somos una ciudad (región) con alta cantidad de casos en comparación al país.
¿Hay patrones o conductas que se repitan?
-Es un delito violento que se produce en un ámbito interpersonal y no dice relación, por suerte, con temas de seguridad ciudadana, porque no se trata de delitos que afecten a las personas que andan caminando por las calles, por eso es bastante complejo prevenir, ya que ocurren en un ámbito muy íntimo, al interior de hogares, al interior de locales.
¿Por qué hay más violencia en los homicidios, que factores entran en juego?
-Esa es una respuesta que los sociólogos, los sicólogos, tendrán que determinar, lo que sí puedo decir es que porcentualmente si nosotros sumamos el número de imputados y de víctimas (…) nos vamos a encontrar con que más menos en un 50% son extranjeros.
¿Ahí hay un elemento de inseguridad entonces?
-Es un dato objetivo, no estoy diciendo que los extranjeros son los que traen conductas delictivas, ese es un tema que tendrá que ser materia de un análisis mucho más depurado, pero claramente los modus operandi de los homicidios que existían hace cuatro o cinco años, eran diametralmente diferentes a los actuales. Si eso tiene que ver o no con la migración de personas de ciertos países que tenían o tienen fenómenos delictivos semejantes, es un análisis que no me corresponde a mí como fiscal regional, sino a la autoridad.
Análisis
¿Cómo se combate esta nueva criminalidad?
-Todos los que estamos en cargos que dicen relación con el sistema de administración de justicia, tanto en materia preventiva como de persecución, tenemos que sentarnos, tenemos que sincerar cuál es el fenómeno que estamos viviendo, tenemos que analizar las causas, ver si estas conductas formaban parte de la cultura delictiva interna o fueron traídas de otros lugares y determinar quién las pudo traer, y una vez que se haga este análisis tendría que tomarse una decisión respecto a si debemos restringir o no, cambiar o no las normas para regular el ingreso de ese tipo de conductas al país.
Hay muchas personas extranjeras que vienen a contribuir absolutamente de manera positiva, pero no me cabe la menor duda que hay personas que no tienen nada que hacer en este país.
Cuando habla que hace falta analizar las causas objetivas, está diciendo que la autoridad no hace aquello hoy en día...
-Creo que nos falta mucho por hacer en la materia, y eso implica a todos los actores, de todas las tendencias.
¿Por qué se evita este análisis profundo que propone?
-Falta un sentido de realidad.
Explíqueme eso...
-Es que yo no formo parte de ciertas mesas de trabajo, por lo cual ignoro qué está haciendo o que no está haciendo la administración actual. Entonces decir que no están preocupándose sería imputar conductas omisivas y eso es algo que por mi falta de conocimiento e información no puedo hacer, y no me correspondería tampoco hacer, pero si a mí me invitan como fiscalía (a esas mesas) vamos a estar absolutamente dispuestos.
¿Hay que acostumbrarse a esta nueva criminalidad?
-Antofagasta tenía una muy baja tasa de homicidios. Históricamente estábamos muy bajo la media, pero recuperamos la media, lamentablemente, y lamentablemente hoy la hemos pasado. Yo creo que esto no pasa por tener más policías para perseguir al delincuente, tenemos que descubrir cuáles son los orígenes de esta violencia, de dónde viene y como consecuencia de qué situación, y en base a ese análisis, y dependiendo de la conclusión que tengamos, le corresponderá a la autoridad política tomar las decisiones.
Es momento que la autoridad comience a hacer análisis con un sentido de realidad, reconocer que tenemos un fenómeno, que tenemos un problema y que tenemos que afrontarlo como corresponde.
En países cercanos hay sicarios, hay carteles de droga, ¿qué posibilidades hay que eso llegue también?, ¿vamos para allá?
-No me sorprendería que si no paramos este grado violencia, empiecen incorporarse y a complementarse otras conductas como las que usted menciona, que claramente son conductas que no eran propias del país y que son importadas, o aprendidas. En consecuencia, tenemos que analizar esta situación y determinar por qué nos está sucediendo esto como sociedad y tomar las medidas, que van a depender de los resultados del diagnóstico que hagamos, pero debe ser un diagnóstico más allá de cálculos político electorales.
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