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- 19 Diciembre 2005
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Abrigar la casa este invierno: la antirevisión
Compañeros de Capa 9: despuės de algunas consideraciones, quiero compartir mis experiencias respecto de alguna manera eficiente y barata de mantener la casa, si no abrigada, al menos con una agradable temperatura. Sin más preámbulos, les presento...
La antirevisión: contra la congelación, sin calefacción.
Primer punto: revisión hecha en departamento ubicado en Iquique. No se dejen engañar: para el lugar en que estoy, hace un frío de mier... cof cof... hace harto frío. El año pasado, misma fecha, no recuerdo estuviera taaaan helado, pero la sensación térmica ha variado, y dato rossa, muchos iquiqueños antiguos mencionan que el invierno pasado fue el peor y más frío en muchos años, creo que el presente será peor.
Volviendo al tema del depto, este ha resistido 2 terremotos, varias réplicas, y el resultado final son las ventanas torcidas en sus marcos, con lo cual el sellado no funciona. Por este motivo, el frío y el viento se cuela por cuanta rendijita pueda hallar, disminuyendo considerablemente la temperatura. Sale bastante oneroso el cambio de ventanales, especialmente cuando el depto tiene tantos y tan grandes. Agréguele pisos de cerámica, vivir a una cuadra de la playa, y.. ¡paff! prepárese para poner muchas frazadas a la cama, usar chaquetitas outdoor en el interior, muchas frazadas de microfibra, pijamas de polar... pero si estamos en Iquique, ¡esto es ridículo!-me rehúso a usar camiseta-pucha tengo neumonia-mejor abrigarse-camisetas de polar ¡a mis brazos!-donde metí la parka que usaba cuando fui al sure... bueno, la idea se entiende. Pero mi niña, ponga una estufa. Ya, pongo un convector, y asisto simultáneamente a la casi muerte de mis plantas de interior por el brusco cambio de temperatura. Enter the modifying factor.
Capítulo 1: Los aislantes.
Los romanos ya lo sabían: el mejor aislante térmico es el propio aire, o algunos gases. Los sistemas de construcción con material ligero aprovechan las propiedades aislantes usando capas de fibra de vidrio y otros que, en realidad, atrapan aire formando una barrera térmica.
Mi primera experiencia intentando sellar las ventanas fue hace 2 años, usando burletes de distintas formas. Los hay de distintas marcas, pero en general mantienen unas formas estándar que tienen que ver con el espacio que deben llenar, así tenemos burletes con forma de E, P, D, que sirven para cubrir rendijas de menos a mayor calibre, en serie ascendente: la E para las más finas, la D para las más anchas (hasta 7 mm). Se supone que forman un sello entre superficies al ponerlas en contacto, dejando un pequeño bolsillito de aire aislante.
Bueno, comienza la aventura aislando las ventanas del dormitorio con un burlete tipo P, al mes hubo que sacarlo porque no sirvió y se cambió por una D, que tampoco sirvió. (Maldito frío, tiene que haber algo que te pare en las noches, dormir cucharita no basta). La hago corta, pero me detengo a mencionar lo importante que es pensar bien en qué es lo que se debe aislar, y emplear el material adecuado. Pasamos al capítulo 2.
Capítulo 2: leer las etiquetas, y tener una huincha métrica.
Me senté a mirar cuáles eran los lugares por donde se colaba el frío, bien a conciencia, lo que determinó el cambio de las ventanas de la terraza como primera medida, y con eso ya mejora algo la sensación térmica del depto. Como ya dije, sale caro, y por ahora no hay medios para seguir con el resto de las ventanas.
Siempre que busco inspiración me voy a la ferretería. Después de dar mil vueltas por los pasillos, llego al lugar donde estaban los burletes, y me detengo a observar los sellos para puerta. Al lado de ellos están los burletes para ventana, pero noto algo especial: hay un tipo de sello que nunca había visto. Es una especie de cinta adhesiva con una tira de esponja encima. Dice "universal" en la caja. Y también dice para cuántos mm sirve.
Después de observarla bien, y para no pagar el noviciado de nuevo, vuelvo a casa y tomo las medidas de las rendijas que decido aislar: bajo la puerta de entrada (es una rendija ancha), y en las ventanas. Sería injusto decir que los otros burletes no sirvieron: claramente la rendija era más ancha de lo que podían cubrir, pero esta cinta universal podría dar la pelea.
Vuelta a la ferretería, y me voy con una cubierta para la puerta, y un paquetito de cinta universal tesa, para probar.
Sello la puerta según instrucciones de la etiqueta del fabricante (hay que leerla), el resultado es este.
Primer round contra el frío para mí. Y obtengo algo extra: la puerta no se cierra si no la mueves, lo cual es conveniente para no quedarse afuera al salir a botar la basura, y también reduce el ruido de los vecinos carreteros de al lado.
Respecto de la cinta universal, si la miramos de cerca, es así
Así que le pongo un poco a las ventanas del living para probar como queda.
Resultado: mi living se siente menos frío. Es una buena ganancia, y no hay que traer el calefactor de la bodega. Bien por mis plantitas también.
Capítulo 3: año nuevo, burlete nuevo.
Y... llegamos a este año, han pasado casi 2 desde la instalación de los primeros aislantes, algunos de los viejos ya se han desgastado, y es hora de cambiarlos. He arrasado el homecenter de todos los sellos universales que quedaban, y para este 21 de mayo pasado tocó limpiar las ventanas para el invierno, y cambiar los sellos que ya no son tan efectivos. Sin ánimo de hacer propaganda, compro la cinta Tesa-moll universal, y decido a conciencia donde sellar las ventanas.
Las ventanas tienen un fieltro en algunos sitios para, precisamente, aislar. Decido reforzarlos poniendo esponjita en las zonas de contacto de las ventanas con los marcos,
y también en el lugar central donde se encajan las 2 hojas de las correderas
Corredera sin esponjita
Corredera con esponjita, varios ángulos
Y al cerrar las ventanas, se ve esto:
Apenas se nota la delgada línea blanca donde la esponja se apreta entre las dos ventanas.
El resultado final: es bueno. Tanto, que el departamento se siente muy agradable, se puede estar con polera, aún duermo con pijama de verano, y no tengo una ruma de frazadas en la cama. Al acercarme a las ventanas noto que el airecillo que se filtraba ya no está. Algunas noches hasta paso algo de calor (nada de cucharitas esas noches).
En estos momentos, cuando afuera marca 18-19 grados, aca adentro hay unos agradables 22 según mi termómetro galileano.
Los instrumentos no mienten, aunque sean poco precisos.
Del calefactor... ni siquiera sé en qué parte de la bodega está.
Conclusión:
Se puede aislar una casa para mejorar su temperatura interna, pero es conveniente fijarse bien dónde están las fugas térmicas y cuál es el mejor medio para solucionarlas. Mi experiencia dice "cinta tesa universal a ojos cerrados".
Lo malo: arreglar lo del frío puede afectar el romance...
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Compañeros de Capa 9: despuės de algunas consideraciones, quiero compartir mis experiencias respecto de alguna manera eficiente y barata de mantener la casa, si no abrigada, al menos con una agradable temperatura. Sin más preámbulos, les presento...
La antirevisión: contra la congelación, sin calefacción.
Primer punto: revisión hecha en departamento ubicado en Iquique. No se dejen engañar: para el lugar en que estoy, hace un frío de mier... cof cof... hace harto frío. El año pasado, misma fecha, no recuerdo estuviera taaaan helado, pero la sensación térmica ha variado, y dato rossa, muchos iquiqueños antiguos mencionan que el invierno pasado fue el peor y más frío en muchos años, creo que el presente será peor.
Volviendo al tema del depto, este ha resistido 2 terremotos, varias réplicas, y el resultado final son las ventanas torcidas en sus marcos, con lo cual el sellado no funciona. Por este motivo, el frío y el viento se cuela por cuanta rendijita pueda hallar, disminuyendo considerablemente la temperatura. Sale bastante oneroso el cambio de ventanales, especialmente cuando el depto tiene tantos y tan grandes. Agréguele pisos de cerámica, vivir a una cuadra de la playa, y.. ¡paff! prepárese para poner muchas frazadas a la cama, usar chaquetitas outdoor en el interior, muchas frazadas de microfibra, pijamas de polar... pero si estamos en Iquique, ¡esto es ridículo!-me rehúso a usar camiseta-pucha tengo neumonia-mejor abrigarse-camisetas de polar ¡a mis brazos!-donde metí la parka que usaba cuando fui al sure... bueno, la idea se entiende. Pero mi niña, ponga una estufa. Ya, pongo un convector, y asisto simultáneamente a la casi muerte de mis plantas de interior por el brusco cambio de temperatura. Enter the modifying factor.
Capítulo 1: Los aislantes.
Los romanos ya lo sabían: el mejor aislante térmico es el propio aire, o algunos gases. Los sistemas de construcción con material ligero aprovechan las propiedades aislantes usando capas de fibra de vidrio y otros que, en realidad, atrapan aire formando una barrera térmica.
Mi primera experiencia intentando sellar las ventanas fue hace 2 años, usando burletes de distintas formas. Los hay de distintas marcas, pero en general mantienen unas formas estándar que tienen que ver con el espacio que deben llenar, así tenemos burletes con forma de E, P, D, que sirven para cubrir rendijas de menos a mayor calibre, en serie ascendente: la E para las más finas, la D para las más anchas (hasta 7 mm). Se supone que forman un sello entre superficies al ponerlas en contacto, dejando un pequeño bolsillito de aire aislante.
Bueno, comienza la aventura aislando las ventanas del dormitorio con un burlete tipo P, al mes hubo que sacarlo porque no sirvió y se cambió por una D, que tampoco sirvió. (Maldito frío, tiene que haber algo que te pare en las noches, dormir cucharita no basta). La hago corta, pero me detengo a mencionar lo importante que es pensar bien en qué es lo que se debe aislar, y emplear el material adecuado. Pasamos al capítulo 2.
Capítulo 2: leer las etiquetas, y tener una huincha métrica.
Me senté a mirar cuáles eran los lugares por donde se colaba el frío, bien a conciencia, lo que determinó el cambio de las ventanas de la terraza como primera medida, y con eso ya mejora algo la sensación térmica del depto. Como ya dije, sale caro, y por ahora no hay medios para seguir con el resto de las ventanas.
Siempre que busco inspiración me voy a la ferretería. Después de dar mil vueltas por los pasillos, llego al lugar donde estaban los burletes, y me detengo a observar los sellos para puerta. Al lado de ellos están los burletes para ventana, pero noto algo especial: hay un tipo de sello que nunca había visto. Es una especie de cinta adhesiva con una tira de esponja encima. Dice "universal" en la caja. Y también dice para cuántos mm sirve.
Después de observarla bien, y para no pagar el noviciado de nuevo, vuelvo a casa y tomo las medidas de las rendijas que decido aislar: bajo la puerta de entrada (es una rendija ancha), y en las ventanas. Sería injusto decir que los otros burletes no sirvieron: claramente la rendija era más ancha de lo que podían cubrir, pero esta cinta universal podría dar la pelea.
Vuelta a la ferretería, y me voy con una cubierta para la puerta, y un paquetito de cinta universal tesa, para probar.
Sello la puerta según instrucciones de la etiqueta del fabricante (hay que leerla), el resultado es este.
Primer round contra el frío para mí. Y obtengo algo extra: la puerta no se cierra si no la mueves, lo cual es conveniente para no quedarse afuera al salir a botar la basura, y también reduce el ruido de los vecinos carreteros de al lado.
Respecto de la cinta universal, si la miramos de cerca, es así
Así que le pongo un poco a las ventanas del living para probar como queda.
Resultado: mi living se siente menos frío. Es una buena ganancia, y no hay que traer el calefactor de la bodega. Bien por mis plantitas también.
Capítulo 3: año nuevo, burlete nuevo.
Y... llegamos a este año, han pasado casi 2 desde la instalación de los primeros aislantes, algunos de los viejos ya se han desgastado, y es hora de cambiarlos. He arrasado el homecenter de todos los sellos universales que quedaban, y para este 21 de mayo pasado tocó limpiar las ventanas para el invierno, y cambiar los sellos que ya no son tan efectivos. Sin ánimo de hacer propaganda, compro la cinta Tesa-moll universal, y decido a conciencia donde sellar las ventanas.
Las ventanas tienen un fieltro en algunos sitios para, precisamente, aislar. Decido reforzarlos poniendo esponjita en las zonas de contacto de las ventanas con los marcos,
y también en el lugar central donde se encajan las 2 hojas de las correderas
Corredera sin esponjita
Corredera con esponjita, varios ángulos
Y al cerrar las ventanas, se ve esto:
Apenas se nota la delgada línea blanca donde la esponja se apreta entre las dos ventanas.
El resultado final: es bueno. Tanto, que el departamento se siente muy agradable, se puede estar con polera, aún duermo con pijama de verano, y no tengo una ruma de frazadas en la cama. Al acercarme a las ventanas noto que el airecillo que se filtraba ya no está. Algunas noches hasta paso algo de calor (nada de cucharitas esas noches).
En estos momentos, cuando afuera marca 18-19 grados, aca adentro hay unos agradables 22 según mi termómetro galileano.
Los instrumentos no mienten, aunque sean poco precisos.
Del calefactor... ni siquiera sé en qué parte de la bodega está.
Conclusión:
Se puede aislar una casa para mejorar su temperatura interna, pero es conveniente fijarse bien dónde están las fugas térmicas y cuál es el mejor medio para solucionarlas. Mi experiencia dice "cinta tesa universal a ojos cerrados".
Lo malo: arreglar lo del frío puede afectar el romance...
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