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- 21 Noviembre 2012
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Eso pues…
Como estos días estoy ocioso me he puesto a divagar sobre esta cuestión. Veo como la gente compra latas al por mayor y dicha bebida espirituosa se vende más que el pan sin que mi humilde intelecto logre comprender que cosa tan maravillosa le encuentran al fermentado ese.
A mí no me gusta y nunca me ha gustado, pero mis hijos la consumen como si fuera la agüita de la eterna juventud, y cada vez que nos juntamos con algunos amigos para carretear traen más chelas que comida y se las terminan de una dejando el desparramo de aluminio hediondo que luego hay que tirar a la basura.
Es curioso constatar que cuando la bebida esta se acaba siempre hay voluntarios para ir a comprar más, cosa que no pasa con la carne, las ensaladas, el pancito amasado e incluso los vinitos.
Antes, cuando era joven, estaban las pilsencitas y las maltitas y siempre se tomaban con prudencia y creatividad, agregándole a estas últimas, por ejemplo, su menjunje de huevo o harina tostada para constituir una bebida deliciosa y alimenticia.
Sin embargo, ahora es muy distinto. Las Maltas casi no se ven y a la antigua Pilsen ya casi nadie le dice pilsen o Cerveza sino que “Chela”, y con ese mote se toma cualquier lesera a destajo en envases de lata no retornable que, como ya dije, más encima contaminan…
Por eso pregunto a los especialistas de Capa9… ¿Por qué a la mayoría les gusta tanto la cerveza…?
¡Salud…!
Como estos días estoy ocioso me he puesto a divagar sobre esta cuestión. Veo como la gente compra latas al por mayor y dicha bebida espirituosa se vende más que el pan sin que mi humilde intelecto logre comprender que cosa tan maravillosa le encuentran al fermentado ese.
A mí no me gusta y nunca me ha gustado, pero mis hijos la consumen como si fuera la agüita de la eterna juventud, y cada vez que nos juntamos con algunos amigos para carretear traen más chelas que comida y se las terminan de una dejando el desparramo de aluminio hediondo que luego hay que tirar a la basura.
Es curioso constatar que cuando la bebida esta se acaba siempre hay voluntarios para ir a comprar más, cosa que no pasa con la carne, las ensaladas, el pancito amasado e incluso los vinitos.
Antes, cuando era joven, estaban las pilsencitas y las maltitas y siempre se tomaban con prudencia y creatividad, agregándole a estas últimas, por ejemplo, su menjunje de huevo o harina tostada para constituir una bebida deliciosa y alimenticia.
Sin embargo, ahora es muy distinto. Las Maltas casi no se ven y a la antigua Pilsen ya casi nadie le dice pilsen o Cerveza sino que “Chela”, y con ese mote se toma cualquier lesera a destajo en envases de lata no retornable que, como ya dije, más encima contaminan…
Por eso pregunto a los especialistas de Capa9… ¿Por qué a la mayoría les gusta tanto la cerveza…?
¡Salud…!